PRESENTACIÓN DE CASO
Reemplazo articular temporomandibular debido a queratoquiste odontogénico
Temporomandibular joint replacement because of odontogenic keratocyst
Pedro Angel Peñón Vivas,I Humberto Sarracent Pérez,II Patricia Moreira RodríguezIII
I
Facultad Dr. Miguel Enríquez. Universidad de Ciencias Médicas de
La Habana, Cuba.
II
Facultad de Estomatología. Universidad de Ciencias Médicas
de La Habana, Cuba.
III
Facultad Victoria de Girón. Universidad de Ciencias Médicas
de La Habana, Cuba.
RESUMEN
Existen disímiles condiciones que hacen necesario el reemplazo articular temporomandibular; dentro de las más frecuentes se encuentran la anquilosis, la osteoatrosis, estadíos avanzados del Síndrome de disfunción temporomandibular, daño articular postrauma y procesos neoplásicos o tumorales. Los queratoquistes odontógenos que se agrupan para su estudio dentro de los quistes odontogénicos del desarrollo, representan cerca del 7 al 10 por ciento de todos los quistes maxilo-mandibulares. Se dice que tienen dos picos de incidencia entre la segunda y tercera década de vida y entre los 50 y 60 años de edad, con una ligera predilección por el sexo masculino. Aparece más frecuentemente en la región del tercer molar de la mandíbula con extensión a la rama ascendente El presente trabajo tuvo como objetivo mostrar el caso de un paciente masculino de 57 años de edad en el que fue necesario el reemplazo articular temporomandibular debido a un queratoquiste odontogénico que involucraba la totalidad de la rama mandibular derecha, incluyendo el proceso condíleo y coronoideo, así como el ángulo hasta el tercio posterior del cuerpo mandibular. Tras un año de realizada la intervención quirúrgica la evolución del paciente fue satisfactoria.
Palabras clave: articulación temporomandibular, reemplazo articular temporomandibular, queratoquiste odontogénico, tumor odontogénico quístico queratinizante.
ABSTRACT
Temporomandibular
joint replacement is required in a variety of conditions. Among the most frequent
are ankylosis, osteoarthrosis, advanced stages of the temporomandibular dysfunction
syndrome, post-traumatic joint damage, and neoplastic or tumoral processes. Odontogenic
keratocysts, which are classified as developmental odontogenic cysts for study
purposes, constitute 7-10 per cent of all maxillomandibular cysts. Two peaks have
been identified in their incidence: between the second and third decades of life,
and between 50 and 60 years of age, with a slight predominance of the male sex.
They are most common in the third molar area of the mandibule, with expansion
to the ascending branch. A case is presented of a male 57-year-old patient requiring
temporomandibular joint replacement due to an odontogenic keratocyst involving
the entire right mandibular branch, including the condylar and coronoid processes,
as well as the angle as far as the posterior third of the mandibular body. One
year after surgery, the patient's evolution was satisfactory.
Key
words: temporomandibular joint, temporomandibular joint replacement, odontogenic
keratocyst, keratocystic odontogenic tumor.
INTRODUCCIÓN
Existen disímiles condiciones que hacen necesario el reemplazo articular temporomandibular; dentro de las más frecuentes se hallan la anquilosis temporomandibular, osteoatrosis, artritis, estadíos avanzados del Síndrome de disfunción temporomandibular, daño articular postrauma irreparable, procesos neoplásicos o tumorales, necrosis avascular condílea y alteraciones congénitas como en el Síndrome de Treacher Collins y la microsomía hemifacial.1-5
Los queratoquistes que se agrupan para su estudio dentro de los quistes odontogénicos del desarrollo, merecen una consideración especial por sus características histopatológicas y su comportamiento clínico agresivo. Describiéndose dos variantes bien conocidas; cuando se presenta de forma aislada o como parte del Síndrome névico basocelular. Desde que fue descrito por Philipsen en 1956, ha recibido mucha atención y muchas series lo reportan como una lesión potencialmente agresiva. La Organización Mundial de la Salud en el 2005 decide denominar al queratoquiste odontogénico (QTO) como tumor odontogénico quístico queratinizante (TOQQ).6-8
Existe
evidencia, a partir de la severa discapacidad experimentada por muchos de los
pacientes con compromiso articular, que el reemplazo articular mediante prótesis
permite una mejoría considerable en su calidad de vida, criterio este que
se basa en la remisión de síntomas como el dolor, así como
aspectos funcionales y estéticos. En este sentido podríamos citar
los movimientos mandibulares, la oclusión y todas aquellas funciones donde
participa la articulación temporomandibular como la masticación,
la deglución y la fonación.9, 10
El
presente trabajo tuvo como objetivo mostrar el caso de un paciente masculino de
57 años de edad con un queratoquiste odontógénico que involucraba
la totalidad de la rama mandibular derecha, en el cual fue necesario realizar
el reemplazo articular temporomandibular mediante prótesis parcial.
PRESENTACIÓN
DEL CASO Paciente
masculino de 57 años de edad, color de la piel blanca y antecedentes de
HTA, el cual refirió que le realizaron exodoncia del primer molar inferior
derecho (46) hacía aproximadamente 20 años y que le quedó
resto radicular debido a fractura dentaria como complicación del proceder.
Tres años después aparece un absceso en esa localización
por lo que le realizan extracciones múltiples de todo el sector postero
inferior derecho. El paciente permanece asintomático hasta que es valorado
en el servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital "Miguel Enríquez"
por presentar aumento de volumen en hemicara derecha de más menos 7 meses
de evolución. Al
examen físico facial se constató un ligero aumento de volumen en
hemicara derecha a nivel del cuerpo y rama mandibular, de consistencia duro pétrea
que no comprometía los movimientos mandibulares; mientras que en el intrabucal
se observa paciente desdentado parcial superior e inferior, con aumento de volumen
en región de trígono retromolar, no doloroso a la palpación,
borramiento del surco vestibular inferior en la región posterior de la
hemiarcada derecha. Al
paciente se le realizan estudios complementarios de rigor, dentro de los cuales
se significan: Hb.
12,5 g/L Conteo
leucocitario 5,6 x 109/L Linfocitos
21,0 % Polimorfos
nuclerares 58,6 %. Tiempo
de sangramiento. 2 min. Tiempo
de coagulación. 4 min. Tiempo
de protrombina. C´14 P14 TPTA.
C´ 30 P27 Conteo
de plaquetas. 173 x 106 Serología.
No reactiva VIH.
Negativo
Electrocardiograma: Normal.
Rayos X de tórax: Sin alteraciones pleuropulmonares. En
cuanto a los estudios imagenológicos se realizaron las siguientes vistas
radiográficas: Towne invertida, antero posterior y lateral oblícua
derecha de mandíbula, ortopantomografía (Fig. 1)
y tomografía axial computadorizada (TAC). La TAC se indicó con la
finalidad de determinar con mayor precisión el grado de compromiso condíleo
así como la magnitud del proceso desde el punto de vista tridimensional
y con ello los requerimientos y necesidades por si fuese necesario realizar la
reconstrucción del defecto como posteriormente se describe. En la TAC se
pudo observar una imagen hipodensa tabicada que comprometía la rama, región
subcondílea, proceso coronoideo, ángulo y tercio posterior del cuerpo
mandibular.
El diagnóstico diferencial se realizó con entidades patológicas
como el quiste folicular, los ameloblastomas, quistes residuales, quistes óseos
traumáticos o solitarios, con los mixomas y el granuloma reparativo central
de células gigantes. Se
planteó como diagnóstico presuntivo un ameloblastoma sólido.
Una vez aprobado el consentimiento informado por parte del paciente, siguiendo
los principios de la ética médica; se programó turno quirúrgico
en cirugía ambulatoria para la realización de biopsia incisional.
Anatomía patológica informó como diagnóstico histopatológico
la presencia de un queratoquiste odontogénico y la ausencia de células
neoplásicas
(Fig. 2). El
tratamiento quirúrgico consistió en un abordaje preauricular endoaural
extendido a región temporal (modificación del abordaje de Bramley
Al-Kayat) combinado con abordaje submandibular de Risdon. Se realizó exéresis
en bloque de rama, ángulo y parte del tercio posterior del cuerpo mandibular
derecho, en el cual quedaba incluida la tumoración con un margen de seguridad
mínimo de 0,5 cm. Se conservó el disco articular. Fue necesario
ligar la carótida externa para realizar control hemostático.
Se
extrajo injerto óseo autólogo de cresta Ilíaca de aproximadamente
8 x 4 cm, con la finalidad de restituir el contorno del ángulo y cuerpo
mandibular. Se colocó prótesis articular Bowerman-Conroy que se
fijó al cuerpo mandibular y al injerto óseo mediante tornillos bicorticales,
a su vez el injerto óseo es fijado mediante tornillos y miniplaca al cuerpo
mandibular
(Fig. 3). Se colocaron tutores de Guning
y fijación maxilomandibular elástica que se mantiene durante 4 semanas.
Para
el tratamiento médico, además de la medicación de soporte
y el aspecto nutricional, se indicó antibioticoterapia con ceftriaxone
(2 g por día) y metronidazol (1,5 g por día). La estadía
hospitalaria fue de 10 días. La evolución del paciente fue satisfactoria
sin indicios de recurrencia tumoral, tras un año de ser intervenido quirúrgicamente.
Desde el punto de vista funcional se mantienen conservados los movimientos mandibulares
y en el aspecto estético, se aprecia un adecuado contorno con cicatrices
poco visibles. Se realizó la rehabilitación protésica del
paciente. DISCUSIÓN
Los
queratoquistes odontogénicos representan cerca del 7 al 10 % de todos los
quistes maxilomandibulares. Se dice que tienen dos picos de incidencia entre la
segunda y tercera década de vida y entre los 50 y 60 años de edad,
con una ligera predilección por el sexo masculino. Aparece más frecuentemente
en la región del tercer molar de la mandíbula con extensión
a la rama ascendente igual que los ameloblastomas uniquísticos. Se diferencian
de estos en que causan expansión mandibular que parece protruir hacia afuera
de la mandíbula, lo que puede causar perforación de la cortical
lingual.8,11-14 Suelen
permanecer asintomáticos hasta que presentan una infección sobreañadida.
Los síntomas descritos son parestesias, anestesias dentales o labiales,
celulitis abscesos, trismo y fracturas patológicas aunque pueden alcanzar
gran tamaño y por consiguiente causar asimetría facial; en ocasiones
perforan la cortical e invaden los tejidos blandos.13-15
Radiográficamente
presentan una imagen radiolúcida unilocular bien limitada de bordes festoneados;
los de mayor tamaño pueden ofrecer una aspecto multilocular. El sitio de
preferencia de su crecimiento es la parte posterior de la mandíbula en
continuidad con la rama.11, 13 Desde
el punto de vista histopatológico se caracterizan por presentar una cápsula
de fibras colágenas, muy delgada, delicada y a veces laxa, revestida de
un epitelio de 6 a 8 hileras (escamoso estratificado), una capa basal de células
columnares, sin procesos interpapilares. Se describe la presencia de microquistes
satélites o islas epiteliales en la cápsula del quiste madre y en
el epitelio subyacente. La complicación más común y significativa
del tratamiento de los queratoquistes odontogénicos es su remoción
incompleta lo cual a su vez contribuye a que su recurrencia sea alta, aproximadamente
de un 13 a un 63 %.8,11 Dentro
de las causas de la alta incidencia de recurrencia se pueden señalar las
dificultades en el proceder quirúrgico por lo irregular de la cavidad ósea,
lo delgado de la pared tumoral, la presencia de microquistes satélites
o islas epiteliales en la cápsula del quiste madre y en el epitelio subyacente,
separación del epitelio de la cápsula por la acción de la
enzima colagenasa, alto índice mitótico. Todo lo antes expuesto
obliga a que el tratamiento quirúrgico del QTO sea minucioso y según
la ubicación, el tamaño de la lesión y el compromiso de estructuras
anatómicas adyacentes, a veces es necesario un margen de seguridad como
el correspondiente a una neoplasia benigna recidivante, razón por la cual
es obligado el seguimiento evolutivo clínico y radiográfico por
lo menos de 5 años.11,15-17 Numerosas
han sido las modalidades de tratamiento de los QTO, dentro de las que se encuentran
la descompresión y marzupialización, descompresión seguido
de enucleación retrasada, enucleación y cierre directo, enucleación
y empaquetamiento abierto, enucleación y criocirugía, enucleación
y electrocauterización, enucleación y aplicación de láser,
enucleación y fresado óseo perilesional, enucleación y fijación
química con solución de Carnoy, hay quienes recomiendan el relleno
de la cavidad residual con biomateriales.6,13-17 MacIntosh18
recomienda la exéresis quirúrgica con márgenes de seguridad
de 5 mm, y enfatiza la eficacia de este método en relación con otras
formas de tratamiento.
Debido al tamaño, la localización y el grado de compromiso óseo de algunas lesiones benignas como los ameloblastomas sólidos, los mixomas y los queratoquistes odontogénicos; en ocasiones para su tratamiento, es necesario realizar una resección quirúrgica completa del tejido óseo involucrado con la subsiguiente reconstrucción del área o la estructura anatómica implicada. 8, 18
Todos
los quistes en el ángulo de la mandíbula con extensión a
la rama ascendente o completamente localizados en la rama, deben ser tratados
como quistes potencialmente agresivos pues son más propensos a la recurrencia.13,15
El
tiempo de recurrencia es variable y suele presentarse en los 5 primeros años
en un 70 % de los pacientes, aunque en el resto puede hacerlo bastante más
tarde (10 a 15 años). Se describen recidivas incluso en los injertos óseos
que se emplearon para la reconstrucción. La recurrencia es más frecuente
en el sexo masculino que en el femenino.12-15 Los
reemplazos articulares autógenos fundamentalmente mediante injertos costocondrales
se reservan para las edades pediátricas en pacientes en crecimiento. Su
desventaja fundamental es la morbilidad asociada al sitio donante y la variabilidad
de la respuesta biológica (reabsorción ósea, anquilosis y
crecimiento excesivo). Dentro de los tejidos autólogos en la reconstrucción
temporomandibular se incluyen los injertos costales, de cresta ilíaca y
esternoclaviculares. Gillies 15 fue probalemente el pimero en
usar injerto costocondral en 1920, desde entonces un número importante
de autores han recomendado su uso.19, 20 Las
prótesis aloplásticas para el reemplazo de la ATM, se pueden categorirzar
en aquellas que permiten el reemplazo de la fosa, el cóndilo o una combinación
de ambos, la decisión del tipo a emplear dependerá de las particularidades
específicas según el caso.21-23 Dentro
de las ventajas de las prótesis aloplásticas para el reemplazo articular
temporomandibular se identifican: la no morbilidad asociada al sitio donante,
mayor estabilidad oclusal, movilización precoz, menor riesgo de anquilosis
por formación de hueso heterotópico, menor tiempo quirúrgico
y riesgo de complicaciones anestésicas.1,4,5,24,25
La
preservación del disco es controversial. Autores como Christensen
26 plantean que evita la osificación hipertrófica, otros
como Chase 27 y McLeod 28 recomiendan su remoción
en caso de adhesión, perforación o cuando el mismo no es compatible
desde el punto funcional con la prótesis, solo aquellos discos que permanezcan
funcionales deberán mantenerse. Las
prótesis preconformadas en stock comerciales presentan algunas desventajas
como son variabilidad del contorno y la demora que puede causar el encontrar la
prótesis con las dimensiones adecuadas; se plantea que este aumento del
tiempo quirúrgico unido a los necesarios recambios hasta encontrar la prótesis
ideal, es el causante de que ocurran procesos sépticos. De aquí
el valor de las prótesis confeccionadas a medida, mediante modelos estereolitográficos
a partir de estudios de tomografía axial computadorizada.2,3,9,23,25
Sin
embargo existen situaciones como en los casos de anquilosis severa, en los cuales
para confeccionar el dispositivo protésico a medida primero se debe realizar
una cirugía adicional para preparar el sitio receptor y luego poder realizar
el escaneo y obtener el modelo estereolitográfico. En estos casos en donde
se constata la utilidad de los sistemas preconformados en stock.29, 30
En
sentido general aun con los sistemas o dispositivos protésicos más
modernos para el reemplazo articular, al perderse la inserción de los múculos
pterigoideos, el paciente solo logrará realizar movimientos condilares
de rotación sin traslación. Se plantea que valores de apertura de
32 y 35 mm de máxima apertura bucal se pueden considerar como aceptales,
si el reemplazo es unilateral se observará deflexión mandibular.
Existe evidencia, que el tiempo de vida útil de una prótesis articular
es de 7 a 10 años y dentro de las complicaciones que pueden surgir por
su empleo, pudieramos mencionar el desplazamiento protésico,fracturas del
dispositivo, reacción a cuerpo extraño (tanto a polímeros
como a metal), formación de hueso heterotópico y riesgo de anquilosis.9,10,23,25
La
reconstrucción de grandes defectos óseos que comprometen la articulación
temporomandibular dependerá de la elección del cirujano a partir
de su experiencia personal, de las particularidades de cada paciente así
como de las condiciones y medios de los que se dispone en la unidad asistencial.
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Recibido:
20 de noviembre de 2012.
Aprobado:
17 de diciembre de 2012.
MSc Dr. Pedro Angel Peñón Vivas. Facultad Dr. Miguel Enríquez. Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. Cuba.Correo electrónico: pedropv@infomed.sld.cu