PRESENTACIÓN DE CASO
Manejo odontológico del paciente con hipoacusia neurosensorial profunda bilateral
Dental management of patients with bilateral profound sensorineural hearing loss
César Tadeo Hernández Martínez, Norma Leticia Robles Bermeo, Carlo Eduardo Medina Solís, Sandra Isabel Jiménez Gayosso, Claudia Centeno Pedraza
Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México.
RESUMEN
Introducción:
la hipoacusia es la disminución de la agudeza auditiva o de la capacidad
para captar el sonido; esta puede ser neurosensorial, conductiva o mixta. La
hipoacusia neurosensorial resulta de alteraciones en el oído interno, nervio
auditivo o en los núcleos auditivos del tronco cerebral. El manejo de estos
pacientes requiere disposición, conocimientos y calidez para el correcto
desarrollo de la atención estomatológica.
Objetivo:
reportar el manejo odontológico de un paciente con hipoacusia neurosensorial
profunda bilateral.
Presentación
del caso: paciente femenino de 7 años y 10 meses de edad con diagnóstico
de hipoacusia neurosensorial profunda bilateral, quien acude a consulta por
presentar dolor. A la inspección física, paciente mesofacial, perfil
convexo. Intraoralmente se observan tejidos blandos clínicamente sanos,
alteraciones de número y posición, caries moderada e higiene deficiente.
Durante la inspección clínica la paciente se mostró poco cooperadora
(Frankl II). El plan de tratamiento consistió en prevención, operatoria,
ortopedia y cirugía. Para el manejo del paciente se incluyó un lenguaje
de señas básico con uso de careta y sin cubreboca, modelado con otros
pacientes. Se modificó la técnica "decir, mostrar y hacer"
por "mostrar/oler, tocar y hacer".
Conclusiones:
el odontopediatra debe tener las competencias necesarias para la atención
integral de pacientes con capacidades diferentes. El manejo de la conducta y
el cuidado multidisciplinario del paciente en edades tempranas es fundamental
para el éxito del tratamiento. En el caso clínico que se presenta
se resalta la efectividad del manejo conductual modificado, lo cual incrementó
la posibilidad de éxito de la rehabilitación dental del paciente,
así como de su seguimiento.
Palabras clave: hipoacusia neurosensorial; atención dental; control de la conducta.
ABSTRACT
Introduction:
hearing loss is reduced auditory acuity or a decrease in the ability to perceive
sound. It may be sensorineural, conductive or mixed. Sensorineural hearing loss
results from alterations in the inner ear, the auditory nerve or the auditory
brainstem nuclei. Dental management of these patients requires willingness,
knowledge and warmth on the part of the dental practitioner.
Objective:
report the dental management of a patient with bilateral profound sensorineural
hearing loss.
Case presentation:
a female patient aged 7 years and 10 months diagnosed with bilateral profound
sensorineural hearing loss attends consultation for dental pain. At physical
inspection, it is observed that the patient is mesofacial with a convex profile.
Intraoral examination found clinically healthy soft tissue, tooth alterations
in number and position, moderate decay and poor hygiene. During clinical inspection,
the patient was uncooperative (Frankl II). Treatment consisted in prevention,
restoration, orthopedics and surgery. Management of the patient included use
of basic sign language and a mask without the practitioner wearing a facemask,
and modeling with other patients. The technique of say, show and do was replaced
by show / smell, touch and do.
Conclusions:
pediatric dentists should have the skills required for the comprehensive care
of patients with different capabilities. Behavior management and multidisciplinary
care of very young patients is essential for a successful treatment. The clinical
case herein presented highlights the effectiveness of modified behavior management,
which increased the chances of success in the patient's dental rehabilitation
and follow-up.
Keywords: sensorineural hearing loss; dental care; behavior control.
INTRODUCCIÓN
La hipoacusia neurosensorial es la pérdida de la audición, resultado de alteraciones en el nervio auditivo o en los núcleos auditivos del tronco cerebral,1 la cual va desde una mínima expresión hasta la pérdida profunda. Esta puede ser conductiva, perceptiva o mixta,1 asimismo, congénita o adquirida.2,3
La hipoacusia congénita incluye a los individuos que nacieron con la discapacidad, esta puede ser clasificada a su vez en tres grupos: hereditaria, debida a influencias genéticas; prenatal, debida a influencias durante el desarrollo embrionario; y perinatal, debido a accidentes al momento de nacer o poco tiempo después.2 Por su parte, en la hipoacusia adquirida se encuentran individuos que nacieron con una función auditiva normal; sin embargo, el sentido de audición se pierde posteriormente debido a múltiples causas, como infecciones virales, lesiones, así como por medicamentos, como los aminoglucósidos.2
Está bien documentado que la hipoacusia genera problemas de comunicación a los individuos que la padecen,2,4-6 entre mayor sea la incapacidad, las alteraciones psicológicas, emocionales y sociales aumentan.4 Esta incapacidad de comunicación es una barrera al momento de acudir a servicios de atención bucal, pues el odontólogo no tiene la capacidad de transmitir mensajes directamente al paciente.7-10
Dentro de las recomendaciones para la atención odontológica de estos pacientes podemos mencionar el apoyo con material gráfico al momento de explicar los procedimientos tanto a los niños como a los padres o cuidadores primarios,2,4,5 es indispensable la ayuda de un intérprete en las primeras sesiones. Normalmente los intérpretes son los padres o tutores, estos deben ser instruidos para preparar al niño mediante métodos positivos en su primera consulta dental.2,3
Es recomendable que las consultas inicien a tiempo y sean lo más breves posibles, pues los niños con esta discapacidad suelen ser poco tolerantes a la espera.2,4 Dentro del consultorio, un método que ha dado resultados es el modelado con sus hermanos o algún familiar directo, esto genera mucha seguridad al niño.2,4 Es importante cambiar el método "decir, mostrar y hacer" por "mostrar/oler, tocar y hacer"; así mismo es recomendable el uso de careta y sin cubreboca, pues en estos individuos las expresiones faciales son importantes como medio de comunicación.2,4,5,11,12 Una vez que se obtenga una buena relación entre el niño y el odontólogo, el niño adquirirá un sentido de seguridad y confianza, dándole menos importancia a la presencia de los padres dentro de la consulta.2
En pacientes hiperactivos o excesivamente nerviosos, la premedicación puede ser útil. Muchas veces, sin embargo, se ha demostrado que la premedicación tiene efectos nocivos en los niños con discapacidad auditiva, agudizando el problema de comportamiento, aun más de como el niño se comportaba previamente. Esto puede ser debido a que el niño entra en confusión y pierde la capacidad de razonamiento. Asimismo, la anestesia general puede ser utilizada como método de tratamiento cuando la atención dental es necesaria, y todas las demás alternativas de manejo de conducta han fracasado.2
El objetivo del presente artículo es reportar el manejo odontológico de un paciente con hipoacusia neurosensorial profunda bilateral para poder brindar estrategias que ayuden a mejorar la atención bucodental de los individuos con esta discapacidad.
PRESENTACIÓN DEL CASO
Paciente femenino de 7 años y 10 meses de edad con diagnóstico de hipoacusia neurosensorial profunda bilateral adquirida por ototoxicidad causada por uso de amikacina a los dos meses de edad. Acude a consulta por presentar dolor espontáneo y nocturno en el segundo molar inferior derecho temporal de 7 días de evolución. Al realizar la historia clínica la madre refiere falta de alimentación al seno materno, hospitalización por 25 días a los dos meses por presentar cuadro de bronquiolitis tratada con amikacina a una dosis de 50 mg cada 24 h, siendo la dosis recomendada de 15 mg/kg/día dividido en dos dosis, comunicación interventricular detectada a los dos meses tratada con furosemida a una dosis de 2 mg cada 12 h, actualmente dada de alta.
Al examen físico, paciente mesofacial, desviación mandibular a la derecha de 1 mm, perfil convexo. En la cavidad bucal se observan tejidos blandos clínicamente sanos, mordida borde a borde, mordida cruzada posterior derecha, agenesia del incisivo central superior izquierdo, caries en esmalte y dentina en segundo molar temporal superior derecho, primer molar temporal superior derecho, segundo molar temporal superior izquierdo y primer molar temporal superior izquierdo, necrobiosis en segundo molar temporal inferior derecho. Durante el examen clínico la paciente se mostró poco cooperadora (Frankl II), la madre buscó atención anteriormente con dos odontólogos, sin embargo, no fue posible por la mala conducta de la niña.
Desde el punto de vista radiográfico se encontraron mesiodens, agenesia del incisivo central permanente superior izquierdo y segundo premolar permanente inferior izquierdo y derecho (Fig. 1).
El motivo de consulta en la primera cita fue por dolor en el segundo molar inferior
derecho temporal a causa de una necrobiosis; por tal motivo, el objetivo principal
fue eliminar la molestia. Existieron diversas dificultades pues no era posible
entablar comunicación además del estado de irritación que presentaba
la paciente; sin embargo, existieron ciertos indicios de cooperación por
parte de la niña. En la primera sesión se inició la comunicación
haciendo que la paciente tocara y oliera los distintos instrumentos usados;
la conducta de la niña cambio de Frankl II a Frankl III en la primera sesión.
En las sesiones siguientes, y al ser catalogada como una paciente Frankl II, se decidió manejar la conducta antes de tomar como opción la rehabilitación bucal bajo anestesia general. El objetivo principal al atender a la paciente fue desarrollar un medio de comunicación; situación particularmente difícil pues no existe como tal un lenguaje adaptado a odontología.7,12-15 Antes de iniciar con las sesiones de rehabilitación, el odontólogo y la madre desarrollaron y adaptaron señas las cuales serían de utilidad en el transcurso de la rehabilitación. Al inicio la madre ingresaba a la clínica para poder explicar las instrucciones, el odontólogo le decía verbalmente a la madre lo que quería transmitir a la paciente. Posteriormente la comunicación fue directa. El lenguaje usado incluyó señas básicas las cuales indicaban: "abre la boca, cierra, lavar, diente, dolor, tranquila, ¿estás bien?" entre otras; asimismo, se explicó la sensación anestésica, algo importante pues era la primera vez que experimentaba dicho efecto. De igual manera, el modelado con otros pacientes fue fundamental para lograr ganar la confianza de la niña. Cabe mencionar que en todo momento el odontólogo uso careta sin cubrebocas.4,11 (Fig. 2).
Para el manejo de conducta se modificó la técnica "decir, mostrar
y hacer" por "mostrar/oler, tocar y hacer".11 En todo
momento se le indicó a la paciente el procedimiento que se haría,
de esta manera ganamos su confianza. En las últimas sesiones la paciente
ingresaba sola a la clínica, hecho que demuestra el avance en la confianza
y en la comunicación.
Dentro del plan de tratamiento diseñado para la paciente se presentaron tres fases: La primera fase incluyó un programa preventivo el cual consistió en controles de placa dentobacteriana, se instruyó a la madre sobre la técnica de cepillado y se realizaron aplicaciones tópicas de fluoruro en barniz. La segunda fase abarcó operatoria dental; en este punto se enfatizó en el manejo de la conducta pues se realizaron distintos tratamientos para los cuales la anestesia era necesaria. Dentro de este plan se realizaron tratamientos como resinas, coronas metálicas prefabricadas y tratamiento de conductos en dentición temporal (Fig. 3).
Actualmente la paciente se encuentra en la tercera fase la cual incluye ortopedia
y cirugía. Dentro del plan y debido a que la paciente presentaba mordida
cruzada posterior unilateral, se decidió colocar una placa de expansión
superior para ampliar transversalmente el maxilar. Posteriormente, en la fase
quirúrgica, se extrajo el mesiodens, parte esencial del tratamiento pues
gracias a esto se permitirá la erupción del incisivo central superior
derecho. Así mismo se planea compensar dentalmente la ausencia congénita
del incisivo central superior izquierdo, así como de los segundos premolares
inferiores.
DISCUSIÓN
El lenguaje es uno de los procesos más importantes para el desarrollo del ser humano, cuando una persona carece de esta facultad es incapaz de expresar sus necesidades y sentimientos, por tanto, se aísla del resto de la sociedad, pareciendo no pertenecer al grupo humano que lo rodea.11 Está incapacidad de comunicación se ve reflejada igualmente en el momento de que la persona acude a servicios sanitarios, pues muchas veces el profesional de la salud no está capacitado para comunicarse con estos pacientes y por tal motivo es negada la atención.2,4,5,7,12-15
Similar a lo reportado en la literatura,2,4,5,13,15 la madre refirió haber buscado atención dental en dos consultorios particulares, sin embargo, se le negó la atención por lo complicado del manejo del paciente. Champion y otros4 reportaron que existe cierta dificultad en el acceso a servicios médicos, así mismo, el 98 % de su muestra aseguró haber acudido a servicios de salud bucal. De igual manera, refirió que a menor edad del niño la atención dental era más complicada debido a la falta de comunicación. Tal como lo recomienda Singh,2 en las primeras consultas, la presencia de la madre fue fundamental para poder comunicarnos con la paciente.
Cabe recalcar que la primera consulta fue de urgencia pues la niña presentaba dolor, lo cual influyó en que el manejo de la conducta fuera complicado debido a que el objetivo principal era eliminar la molestia. Por tal motivo no se llevó a cabo el protocolo recomendado por distintos autores,2,4,5 los cuales sugieren establecer primeramente una comunicación con el paciente para ganar su confianza, sin embargo, en las sesiones posteriores se trabajó en el manejo de la conducta hasta conseguir el objetivo que fue comunicarse con la paciente.
Existen reportes en los cuales se han utilizado distractores como video para poder controlar la conducta de pacientes no cooperadores y con discapacidades como la hipoacusia.16 En el presente reporte no se usaron distractores al momento de realizar la rehabilitación bucal, en lugar de esto, se prefirió mantener una comunicación lo cual fue la base del éxito del tratamiento. De esta manera se evitó la falta de comunicación ampliamente reportada en estos casos.2,4-6,17
El manejo odontológico de pacientes con discapacidades es un reto para el profesional de la salud, este debe tener las competencias necesarias para su atención integral, así mismo, el manejo de la conducta y el cuidado multidisciplinario del paciente en edades tempranas es fundamental para el éxito del tratamiento.18 En el caso presentado se resalta la efectividad del manejo conductual modificado, lo cual incrementó el éxito de la rehabilitación dental de la paciente, atención multidisciplinaria y seguimiento.
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Recibido: 18 de
enero de 2016.
Aprobado:
11 de julio de 2017.
César Tadeo Hernández Martínez. Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma del Estado de México. Paseo Tollocan, Esq. Jesús Carranza. Colonia. Universidad. CP 50130. Toluca, México. Correo electrónico: cetahm@gmail.com