La Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez, procedente del municipio de Santa Isabel de las Lajas, nació el 21 de septiembre de 1919.^5,6,7,8

En su familia, la mayoría fueron docentes y poseían una vasta cultura. No obstante, no eran pudientes, sino más bien de inserción socio-clasista media. Además, se interesaron por el estudio, el mundo del conocimiento y las letras. Vivían todos en la casa número 20 en la calle Antonio Maceo entre Dr. Machín y Adolfo Ortiz.^7,8,9

El padre, el maestro Francisco Rosario Agramonte Fernández, natural de Cruces, era hijo de Narcisa Fernández y Jacinto Agramonte Moya, nieto de uno de los esclavos pertenecientes a la familia de Ignacio Agramonte en Camagüey. Este señor fungió como el corresponsal en Lajas, provincia de Las Villas, de 7 publicaciones importantes de la época, los periódicos cienfuegueros: “El Comercio” y “La Correspondencia”, los periódicos nacionales: “El País”, “Excelsor”, “El País Gráfico”, “El Crisol” y “Tribuna”, y las revistas nacionales: “Bohemia” y “Carteles”. Fue, además, el jefe de la Logia Masónica. Es recordado como el maestro del Benny y fue homenajeado en variadas ocasiones por la sociedad lajera Club Moncada. Fue un hombre de prestigio en su época, era loado por su bella prosa y gran oratoria.^6,7,8

Su madre, la maestra María América Obdulia Jiménez Cruz, era natural de Lajas e hija de Lorenzo Jiménez Tardío y María Cruz. Fue criada doméstica de la familia Fallas Gutiérrez, una de las más ricas de Cuba en esos tiempos.^6,7,8

Hechas las consideraciones anteriores, se afirma que María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez fue la mayor de cinco hermanas, que posteriormente se convertirían en maestras primarias, al seguir el ejemplo de ambos progenitores: María Giselda Adelaida, Juana Francisca Roselia, Antonia Leixia Cecilia y Obdulia Arabelia Lázara. Su hermano menor, Francisco Reinero, cursó estudios de abogacía y fue posteriormente combatiente de las milicias cubanas.^6,7,8

Por la vivienda de la dentista lajera, transitaron a lo largo de su historia grandes personalidades del mundo artístico y literario cubano relacionadas con el profesor Francisco Rosario Agramonte Fernández, como fueron: el cantante y compositor Benny Moré, y los poetas Nicolás Cristóbal Guillén Batista y José Ángel Buesa. El primero de estos visitantes, nacido en Lajas, frecuentaba la casa en cada visita a su terruño natal. Era muy amigo de la dentista, al tener edades similares.⁸

María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez, al igual que todos sus hermanos, inició sus estudios en la escuela primaria “José de la Luz y Caballero”, en donde laboraron sus padres.^6,7,8 Posteriormente cursó estudios secundarios en Cienfuegos, que continuó en el Instituto de Segunda Enseñanza de la provincia en el curso de 1939 a 1940. Se inscribió en dicho Instituto el 3 de octubre de 1939, con carnet de matrícula No. 16. Allí recibió las asignaturas de Cívica, Química, Historia Natural y Física en el segundo curso.^6,7,8

Durante su estancia en el municipio de Cienfuegos se alojó, pagando hospedaje en la casa de su tío Juan Jiménez Cruz, perito reconocido que vivía en la calle Cuba.⁶ De este señor, el historiador Enrique Edo, señala su profesión: La “(…) comisión (…) estuvo en negociaciones o tratos con los peritos don Juan Jiménez y don F. Sánchez (…).”⁴

El Dr. Santiago Terry Urrutia instó a María Narcisa para que estudiara en La Habana. Como resultado de todos los consejos y opiniones, en los que tuvo un peso la influencia familiar, matriculó en el año 1940 en la Universidad de La Habana. Se hospedó primeramente en casa del Dr. Judas Pacheco y después pasó a la casa de la familia Cervera, reconocida en la sociedad habanera.^6,7

Gracias a todo el prestigio y ayuda familiar pudo acceder a los estudios superiores en una carrera de alto predominio masculino y graduarse con un índice académico de 34,5, un resultado promedio para esta época. Durante sus estudios, las notas según las asignaturas de su programa de estudios, fueron: 3 con categoría de “sobresaliente”, 5 con “notable”, 6 con “aprovechado”, 8 con “aprobado” y 1 asignatura suspendida y aprobada en el extraordinario. El 4 de julio de 1944, la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez se oficializó como dentista en la Universidad de La Habana, aunque su título se le entregó en el acto de graduación 17 días después de esta fecha.¹⁰

El título universitario no pudo conservarse en casa de sus hermanas debido a las inclemencias del tiempo. Sin embargo, la fotografía de su graduación no sufrió la misma suerte (figura 1).

En el mismo año de su graduación, al regresar a su ciudad natal, se le hizo un homenaje en la Sociedad de Color “Unión Lajera”, por ser la primera mujer negra graduada como doctora en Cirugía dental en Lajas (figura 2).

Al graduarse se le ofertó trabajar en San Fernando de Camarones, en casa de un amigo del padre, pero ante la falta de condiciones decidió situar el gabinete particular en su propia casa. Las consultas eran efectuadas en el primer cuarto.^6,7,8

Gracias al esfuerzo conjunto de la familia se compró un sillón de barbero, materiales, y sillas, amueblando el espacio con un estante para guardar los instrumentos dentales. Prospectivamente, su padre, al ser premiado como el mejor maestro del municipio, recibió 100 pesos y destinó esa suma monetaria al alquiler de un espacio cercano a la casa para poder establecer un gabinete estomatológico. El lugar alquilado, ubicado en la calle que tenía como nombre Tomás Terry, hoy Dr. Machín, cercano al fuero familiar, contó con un pequeño salón de espera, junto al área de trabajo, además de un servicio sanitario adjunto para mayor higiene del local.^6,7,8

A pesar de ser doctora del sector privado, la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez nunca se negó a atender a los más pobres. Para ilustrar este hecho existen anécdotas sobre cómo el alcalde del ayuntamiento lajero donaba una constancia firmada por él mismo a las personas que no tenían recursos suficientes para costear las extracciones dentarias. De ese modo podían ir a la farmacia y comprar la anestesia, que tenía un valor de 10 centavos en esa época., y recibir el servicio gratuitamente, una vez que le entregaba la constancia a la doctora. Aun cuando el paciente no trajera la anestesia, ni la constancia, se le atendía y se le regalaba la anestesia si era preciso.^6,7

Ahora bien, es relevante señalar que la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez realizó sus prácticas en Cruces, en donde conoció a su esposo. Es este el motivo por el que pasa a laborar y vivir en este municipio. Contrajo matrimonio el 15 de junio de 1961 con Nicolás Rodríguez Goytisolo, trabajador mecánico del antiguo central San Agustín, luego llamado Ramón Balboa. Este referido señor era recordado por sus labores en la clandestinidad durante la lucha contra la tiranía, y posteriormente como militante del Partido Comunista de Cuba.^6,7,8

Apodado como “El niño”, Nicolás Rodríguez Goytisolo era una persona muy proclive a la bebida, pero que, por respeto a su esposa no bebía en su presencia. La única oportunidad de tener ambos un hijo fue después del año de casados y María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez lo pierde, por lo que después no se animan, y ya para los 43 años de ella se encontraba demasiado mayor como para aventurarse en dicha faena. Esta dentista de gran humanismo, era catequista, más constante que las demás, y vinculada especialmente con los niños, por el referido motivo. Se afirma que pensó en adoptar, pero no apareció nunca la oportunidad.^6,7,8,11

En cuanto a su vida laboral en Cruces, María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez ofreció sus conocimientos estomatológicos también en favor de los niños, al trabajar en una institución llamada Organización Nacional de Dispensarios Infantiles (ONDI). Este servicio público, que había fundado Martha Fernández, señora del presidente Fulgencio Batista. Se inauguró bajo el mandato de su esposo en el período de 1956-1958, con un solo sillón dental de la marca convencional Ritter, y era financiado por el estado con fines sociales para atender niños solamente. Contaba con un médico fijo, mientras los restantes profesionales solo trabajaban en horarios semanales variables. La dentista, en días específicos de su semana laboral atendía en esta institución crucense, y recibía una remuneración fija por parte del gobierno, sin descuidar su propio gabinete en Lajas.^6,7,9,12

El sillón dental Ritter de la ONDI solo funcionó con tecnología convencional, de baja velocidad, por lo que se brindaron en él los servicios básicos de exodoncias y restauraciones, de manera exclusiva, ya que el resto de las especialidades -incluyendo los servicios de Prótesis-, eran acometidas por las entidades particulares. Trabajaron junto a la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez, el Dr. Otilio Lanza Martínez y la Dra. Martha Gendis Abich, graduados después del triunfo de la Revolución en 1960, que, a pesar de pertenecer al sector privado, ofrecieron servicios sociales al menos cuatro horas diarias.^{6,7,9,12,13,14,15}

A principios de la Revolución, la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez cerró su gabinete privado en Lajas. Cuando comenzaron las nacionalizaciones de todos los gabinetes dentales en 1961 donó voluntariamente todos sus utensilios a los servicios estatales del nuevo gobierno, los cuales pasaron a ser utilizados por ella en Cruces, en la citada ONDI.^6,7,8

La dentista lajera, afiliada firmemente al Partido Comunista de Cuba (PCC), se encargó de la esfera ideológica, por lo que acudió numerosas veces a su hermano en busca de bibliografías para poder acometer correctamente su función. Designada como responsable de salud de las milicias territoriales, se apoyó también en sus hermanas para elaborar carteles y pancartas con diferentes tipos de letreros, en apoyo a las tareas designadas del PCC y del MININT.^6,7,8

Entregada plenamente a su labor, realizó el ejercicio profesional hasta en los más intrincados campos. Se incorporó a las Brigadas Sanitarias de la Defensa Civil de la localidad. Además formó parte de la campaña de alfabetización en Cienfuegos.^6,7,8,12

Dentro del marco general del proceso revolucionario se estableció la medicina gratuita y el sillón dental, perteneciente a la Organización Nacional de Dispensarios Infantiles (ONDI), sería designado para la atención de toda la población. Actualmente, el lugar ocupado por dicha institución, es el hogar de ancianos “Celia Sánchez Manduley”, situado en la calle Estadio entre Ávalos y Andreita.^6,7,9,11

Según Lázara del Carmen, su tía, María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez sintió una ardiente vocación por la pedagogía y un gran sentido del deber y la responsabilidad, de la entrega y el compromiso: “(…) les decía a muchas chicas: ‹‹Estudia Estomatología, y yo te ayudo››. (…) Mi tía ayudó a hacer la carrera a Alfa Navarro, (…) a Magaly Susana Salas Rodríguez. (…) También a Mercedes Ponce Morffi y a María Andrea Cubero Martínez. Les decía a sus alumnas: ‹‹No cojan vacaciones, si no tienen responsabilidades››.”¹¹

Gracias a la dentista lajera se formaron numerosos técnicos y estomatólogas crucences que continuaron su labor y su superación en dicho municipio. Esto contrarrestó la situación en Cruces, que contaba con un escaso personal para atender las necesidades estomatológicas municipales, debido al éxodo de muchos profesionales en la década de 1960 como Ambrosio Mecías Castro, Alejandro Valdés, Aida Albear y Manuel Rodríguez Sarduy. ^{6,7,9,13,14,15,16}

En relación con la incorporación de técnicos, en 1966 se graduó el primer curso de asistentes dentales de la provincia de Las Villas, y al siguiente año se graduó la primera asistente dental de Cruces, Teresa López. Esta última se encargó de auxiliar a los doctores María Narcisa Isacia Agramonte, Otilio Lanza Martínez y Martha Gendis Abich, y llevaba a cabo la esterilización del instrumental, que, en aquel momento, se realizaba con una autoclave por ebullición, pues todavía no existía otro método de mayor eficacia. ^(6,7,13,16

Posteriormente, en el curso de 1969-1970 se gradúa como asistente dental Mercedes Ponce Morffi que fue la segunda en hacerlo en fechas posteriores a 1959. Se había desempeñado además en la ONDI, en sustitución de Teresa López.^6,7,9,13,14 Dadas las condiciones que le antecedieron, se constata que Mercedes Ponce Morffi trabajó inicialmente como técnico, de manera exclusiva con las doctoras María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez y Martha Gendis Abich, ya que el Dr. Otilio Lanza Martínez pasó a prestar servicios en el municipio de Lajas junto al Dr. Carlos Manuel Miní y Llorens, graduado en 1951.^{6,7,9,13,14,15,16,17}

Asimismo, también trabajaron con la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez el Dr. Julio Romero Rodríguez, graduado en 1973. Al siguiente año se incorporó la Dra. María Andrea Cubero Martínez, que comenzó recién graduada a trabajar en la Clínica Estomatológica (antigua Clínica de Escolares) de Cruces, inaugurada ese mismo año. La unidad asistencial, que se encuentra localizada en la calle Esquerra No. 601, esquina Serafín Sánchez, en sus inicios contó con la presencia de los doctores María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez, Otilio Lanza Martínez, Martha Gendis Abich, Bertha González, Otto Gil, María Andrea Cubero Martínez y Pedro Antonio Álvarez Rodríguez.^9,18

Luego, en enero de 1977 se inauguró el nuevo Policlínico Comunitario “Manuel Piti Fajardo,” ubicado en la calle Maceo, con un departamento estomatológico de 10 unidades dentales. En consecuencia, se comenzó a atender a la población bajo el modelo de estomatología en la comunidad. Los doctores Otilio Lanza Martínez, María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez, Julio Alberto Gil Álvarez y Pedro Antonio Álvarez Rodríguez pasaron a trabajar a dicho policlínico. Allí fungieron como los dentistas fundadores de esa institución y el Dr. Pedro Antonio Álvarez Rodríguez ocupó el cargo de jefe fundador del departamento de estomatología en esta localidad.¹⁹⁾

A lo largo de toda su vida, la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez realizó trabajos de confección de prótesis, a pesar de que no existía desarrollo de esta especialidad en el municipio de Cruces. Ella misma se encargaba de tomar las medidas de los pacientes, y en contadas ocasiones envió las impresiones al Dr. Rafael Dorticós Martínez en Cienfuegos, para la confección final de las piezas.^6,7

Fruto de su trabajo incansable, la Dra. María Narcisa Isacia Agramonte Jiménez recibió varias condecoraciones como son la distinción 28 de septiembre y 23 de agosto, además de la medalla por el XX aniversario del Ministerio del Interior y otros reconocimientos por la labor en el Comité de Defensa de la Revolución y en la Federación de Mujeres Cubanas (figura 3).

Murió en Lajas el 5 de febrero de 1997, a los 77 años. En el momento de su muerte era cuidada por sus hermanas a consecuencia de una avanzada demencia.^6,7,8,20