<h3>Artículos de revisión</h3> <p align="left">Facultad de Ciencias Médicas. Clínica Estomatológica Docente de Especialidades “III Congreso del PCC” <br> Matanzas </p> <h2 align="left"> Nociones actuales sobre la flora microbiana del surco gingival </h2> <p><a href="#cargo">Dra. Tatiana Peña Ruiz, <span class="superscript">1</span> Dr. Ariel Delgado Ramos <span class="superscript">2</span> y Dra. Yudit Martínez Abreu <span class="superscript">1</span></a> <a name="autor"></a></p> <h4> <br> RESUMEN</h4> <p>La enfermedad periodontal es un problema de salud bucal a escala mundial. Con el transcurso del tiempo, el conocimiento de la gingivitis ha sufrido grandes cambios, y es hoy en día una de las enfermedades de mayor frecuencia entre los pacientes que asisten a los servicios estomatológicos. Se realiza este estudio con el objetivo de profundizar en la relación entre los microorganismos de la placa dental y la etiología de la periodontitis. La placa dental es una comunidad microbiana compleja; como consecuencia de las interacciones entre las especies, se produce un nicho ecológico que favorece el crecimiento y la supervivencia de especies proteolíticas anaerobias estrictas, así como condiciones apropiadas para el desarrollo de periodontitis. <strong> </strong></p> <p><em><strong>Palabras clave: </strong></em>placa dental, microorganismos anaerobios, periodontitis. <br> <strong> <br> </strong><strong><br clear="all"> </strong></p> <p>La enfermedad periodontal es un problema de salud bucal a escala mundial y data desde épocas muy remotas.<span class="superscript"> 1</span> En culturas como las de China y Egipto se hace referencia a ella en papiros y libros médicos. <em>Hipócrates</em>, quien ha sido considerado padre de la medicina moderna, escribió sobre ella y explicó su etiología. Creía que la inflamación de las encías podría atribuirse a la acumulación de cálculos, con hemorragia gingival producida en casos de enfermedad persistente. <span class="superscript">2</span> <br> <br> Durante la segunda mitad del siglo XX, estudios epidemiológicos realizados en todo el mundo, refieren un descenso en la prevalencia de la enfermedad periodontal.<span class="superscript"> 1</span> <br> <br> Con el transcurso del tiempo, el conocimiento de la gingivitis ha sufrido grandes cambios, y es hoy en día una de las enfermedades de mayor frecuencia entre los pacientes que asisten a los servicios estomatológicos. La gingivitis aparece desde la infancia y su prevalencia es considerable, así como su gravedad, que aumenta con la edad. En países industrializados aproximadamente el 50 % de la población adulta tiene gingivitis. <span class="superscript">3</span> <br> <br> Algunos autores plantean que en países subdesarrollados, en los que no existen programas de educación para la salud ni preventivos, todos los individuos tienen gingivitis en casi todas las áreas de la dentadura, desde aproximadamente los 14 años. La distribución y gravedad alcanzan un máximo antes de los 20 años y se mantiene más o menos igual durante toda la vida. <span class="superscript">3</span> <br> <br> Estos resultados no se consideran de alta fidelidad, ya que se han efectuado en muestras no representativas de la población, por lo que escapan al análisis aquellos que pertenecen a los sectores más pobres y que no tienen acceso a los servicios médicos, ni reciben educación en cuanto a su salud. <span class="superscript">4,5</span> <br> <br> La enfermedad periodontal está dividida para su mejor estudio y compresión en la enfermedad gingival inflamatoria crónica (gingivitis) y la destructiva crónica (periodontitis). <span class="superscript">1,4,5</span> <br> <br> La organización mundial de la salud (OMS), considera acerca de la alta prevalencia y moderada gravedad de la gingivitis crónica, coincidiendo con trabajos realizados en nuestro país, que es una de las afecciones más comunes del género humano. <span class="superscript">8 </span>Estudios realizados por investigadores en Michigan, revelan que en numerosos países la enfermedad periodontal desempeña un papel más importante que la caries dental en los problemas de salud. <br> <br> En nuestro país no se han realizado estudios completos de esta problemática, solo investigaciones descriptivas muy localizadas, en las que se refleja una alta prevalencia de la enfermedad periodontal, que se detecta en edades tempranas (12-18 años) con un predominio hasta del 45 % (gingivitis). <br> Todo esto ilustra la gran importancia que cobran las acciones preventivas y terapéuticas combinadas en este sentido. </p> <h4>DESARROLLO </h4> <p>La gingivitis crónica es la enfermedad periodontal confinada a los tejidos que protegen al diente (periodonto de protección), que incluye: encía, epitelio de unión y membrana de Nasmyth. Se inicia por la activación del sistema de defensa inmunológico periodontal local e invasión microbiana. Dentro de la patogenia de esta enfermedad intervienen factores de riesgo como placa dentobacteriana, microbiota subgingival, las condiciones del sistema inmune del paciente, estrés, estilo de vida (nutrición, drogas, hábitos), nivel cultural, características higiénico-sanitarias, socioeconómicas e influencias ambientales y enfermedades sistémicas (endocrino metabólicas, hemolinfopoyéticas, psicosomáticas, SIDA, entre otras), así como los factores genéticos. Por todo esto, su curación y prevención ha sido y es difícil. <span class="superscript">2-5</span> <br> <br> Esta afección se circunscribe al periodonto de protección y se clasifica según dientes afectados en: localizada y generalizada; en relación con las zonas de la encía afectada en: marginal, papilar o difusa; y teniendo en cuenta las características histopatológicas en: edematosa, fibrosa o fibroedematosa. <br> <br> El cuadro clínico presente en esta afección se describe como la pérdida de la morfología gingival, que se localiza primeramente en la papila gingival y que puede llegar a tomar la encía marginal y en ocasiones la adherida. En algunos casos la encía aparece lisa, brillante, de consistencia blanda y de color rojo, sangrando con facilidad ante los estímulos mecánicos (gingivitis crónica edematosa). En otros se observa una encía firme, con superficie finamente lobulada, de consistencia dura, color rosado pálido y sin tendencia a sangrar (gingivitis crónica fibrosa). En ocasiones este cuadro clínico es una combinación de ambos procesos, sin llegar a predominar uno de los 2 (gingivitis crónica fibroedematosa. <span class="superscript">2-5</span></p> <p><em>Carranza</em> <span class="superscript">2</span> señala que la prevalencia de la gingivitis crónica en los adolescentes es de alrededor del 62 % y en los adultos jóvenes del 57%, y que esta decrece gradualmente con el incremento de la edad, sin embargo, 10 años después, en el año 1996, plantea que esta se incrementa con la edad, no debido a la gingivitis en sí, sino por el efecto acumulado de la destrucción periodontal, además plantea que en los países no industrializados, donde no existen programas de prevención ni de educación para la salud, todos los individuos presentan gingivitis alrededor de los 14 años. <span class="superscript">2-5</span> En la última encuesta Nacional de Salud Bucal efectuada por el MINSAP en 1998, 6 se evidenció la mayor prevalencia en las edades entre 25 a 44 años. En nuestro estudio, a pesar de ser un ensayo clínico y no una investigación epidemiológica sobre la gingivitis, se observa cómo predominan los grupos de edades más jóvenes. Además, al evaluar la homogeneidad de las muestras entre ambos grupos, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (95 % de confiabilidad). </p> <p><em>Carranza</em><span class="superscript"> 2</span> considera que en el sexo masculino existe una mayor prevalencia e intensidad de la enfermedad que en las mujeres; en otros estudios, los resultados son contradictorios, por lo que no se pueden valorar adecuadamente. Pensamos que lo reducido de nuestra muestra no permite evaluar objetivamente el comportamiento de esta variable y por otro lado, la falta de estudios de prevalencia en el país y en nuestra provincia para caracterizar epidemiológicamente el comportamiento de esta enfermedad, nos imposibilitan valorar adecuadamente estos resultados, además de la influencia de factores socioculturales que influyen en el estilo y modo de vida de las diferentes comunidades. <br> <br> Numerosos autores coinciden en señalar a la placa dentobacteriana y la acción de los productos antigénicos, enzimas, toxinas y endotoxinas de los microorganismos de la microbiota subgingival, como los factores patogénicos fundamentales en el desarrollo de la enfermedad periodontal. La respuesta inmune tiene un peso importante en la actualización de la patogenia de la enfermedad periodontal y específicamente de la gingivitis crónica, teniendo en cuenta que la respuesta del hospedero desempeña un papel primordial ante la agresión de los agentes patogénicos. (<em>Seguí L,</em> et al. Proporción relativa de los morfotipos bacterianos subgingivales observados con el microscopio de campo oscuro. FOLA ORAL. Estomatología 89. XII Congreso de la Federación Odontológica Latinoamericana. XI Congreso Nacional de Estomatología. Julio <span class="superscript">10-14</span>; 1989. La Habana, Cuba). <span class="superscript">6-9</span> <br> <br> El proceso inmune de la encía no significa la ruptura del equilibrio; es el equilibrio mismo, la ruptura de este da lugar a la aparición de signos clínicos y a todo el proceso patogénico ulterior desencadenado por antígenos de la microbiota subgingival. <span class="superscript">9,10</span> <br> <br> Existen más de 6 000 millones de microorganismos y más de medio millar de especies diferentes formando parte del <em>hábitat</em> de la cavidad bucal, potencialmente patógenos e involucrados desde el inicio en la instalación, el agravamiento y mantenimiento de la enfermedad periodontal. <span class="superscript">6-10</span> <br> <br> La cavidad bucal, normalmente es puerta de entrada de numerosos microorganismos, pero protege su integridad mediante mecanismos inespecíficos (la barrera mucosal, la decamación epitelial, etc.) y específicos, particularmente anticuerpos secretores de clase Ig A. Estos últimos previenen la adherencia de los microorganismos a la superficie de la mucosa y los dientes mediante la agregación y facilitan, al mismo tiempo, su fagocitosis (opsonización). Cuando se rompen esos mecanismos de control, microorganismos potencialmente patogénicos pueden causar, directamente, daño a los tejidos. De forma alternativa, ese desbalance puede conllevar a la hipersensibilidad o a cierto grado de inmunodeficiencia. <span class="superscript">11-21</span> De esta manera, en la enfermedad periodontal están involucrados los efectos citotóxicos y proteolíticos de la microbiota subgingival, así como las consecuencias patológicas de la respuesta inmune del hospedero a la fuente mantenida de antígenos que representa la microbiota subgingival. <span class="superscript">22,23</span> <br> <br> Autores como <em>Seguí</em> y colaboradores (citados anteriormente) estudiaron a los morfotipos bacterianos subgingivales, observados con el microscopio a campo oscuro y la importancia de su uso en la valoración del tratamiento periodonta. <em>Page</em><span class="superscript"> 21</span> refleja mediante estudios microbiológicos, morfotipos bacterianos presentes en diferentes condiciones gingivales. <br> <br> En estos pacientes se constata un infiltrado mantenido de polimorfonucleares y un influjo hacia la encía de linfocitos T. En aquellos con una enfermedad más grave, el infiltrado linfocitario se compone básicamente de linfocitos B y células plasmáticas productoras de inmunoglobulinas de clase IgG, con la característica de carecer, casi absolutamente, de la subclase Ig G2. Esto último puede ser debido a cierto grado de activación inespecífica de los linfocitos que fluyen hacia el área inflamada, debida a la acción de mitógenos y proteasas de origen bacteriano. Una característica asociada con la gingivitis y de gran importancia en su patogenia, es el aumento de un exudado seroso conocido como líquido crevicular e incluido en el fluido del surco gingival y en contacto con los microorganismos subgingivales. Este exudado es rico en componentes funcionales del complemento y anticuerpos específicos para diferentes antígenos de la microbiota subgingival. El incremento de este líquido crevicular es un paso fundamental en la progresión de la enfermedad. En él ocurre activación del complemento, tanto mediante inmunocomplejos formados por antígenos de la microbiota subgingival y anticuerpos de clase IgM e IgG (vía clásica), como directamente por endotoxinas y peptidoglican de bacterias a través de la vía alternativa. Entre las consecuencias de la activación del complemento está la liberación de fragmentos de escisión proteica con actividad biológica como las llamadas anafilotoxinas C3a y C5a. La fracción C7, C8 y C9 del complemento libera sustancias vasoactivas de los mastocitos. La acción de estos componentes biológicos provoca un aumento del edema gingival, atracción quimiotáctica y activación de polimorfonucleares y células de competencia inmunológica (linfocitos T y B, macrófagos y células plasmáticas), con la consiguiente liberación de sustancias biológicamente activas como las prostaglandinas E y enzimas proteolíticas como colagenaza y tripsina. <span class="superscript">20-27</span> <br> <br> Estas sustancias dañan el tejido circundante y pueden activar más complemento, aumentando el grado de inflamación y destrucción del tejido y contribuyendo a perpetuar el mecanismo de patogénesis. En especial la prostaglandina E2 tiene un papel significativo en las formas más graves de la enfermedad por su acción estimuladora de osteoclastos y la destrucción ósea, junto con la acción de citoquinas y de las paratohormonas. Además de su participación imprescindible, a través de la cooperación celular mediante citoquinas e interacción de receptores de membrana en la activación de linfocitos B, la inmunidad mediada por células aporta otros mecanismos en la progresión de la enfermedad periodontal. De hecho, los individuos con esta afección muestran una elevada reactividad de linfocitos periféricos frente a antígenos de la microbiota subgingival, lo que no resulta extraño, pues los linfocitos T, por razones de su pequeño tamaño, pueden retornar a la circulación general por vía linfática. Una de su activación, con importante papel patogénico, es su participación en la inducción de fibrinogénesis. Curiosamente y por razones hasta el momento desconocidas, en pacientes con formas graves de la enfermedad, la reactividad local de linfocitos T frente a antígenos de la microbiota subgingival está considerablemente disminuida. Esto pudiera ser un factor contribuyente al desbalance que se observa de la respuesta frente a la placa dentobacteriana y la microbiota subgingival.<span class="superscript"> 22-29</span> <br> <br> Algunos autores han propuesto el uso de índices clínicos para medir la prevalencia y gravedad de la gingivitis crónica. La utilidad práctica de este proceder ha sido avalada por otros investigadores. <span class="superscript">23, 27</span> <br> <br> Histopatológicamente, la inflamación crónica puede manifestarse en diversos grados y diversidad de características, e ir desde la congestión vascular, el edema con aumento de los espacios intercelulares e infiltrado mononuclear, hasta la desintegración de la membrana basal, destrucción de fibras colágenas, neovascularización, fibrosis y otros cambios irreversibles que indican un mayor daño de las estructuras titulares, lo que se correlaciona con las manifestaciones clínicas que presenta el paciente. En el caso de la gingivitis crónica, el tipo edematoso se caracteriza por cambios reversibles como fluido intercelular abundante, infiltración por linfocitos, células plasmáticas y monocitos, células inmunocompetentes, de las cuales solo los linfocitos T pueden regresar a la circulación general por vía linfática, ingurgitación vascular y en algunos casos hasta neovascularización; mientras que en el caso de la fibroedematosa, se manifiestan también elementos histopatológicos de la forma fibrosa como abundante proliferación de fibras de predominio colágeno y engrosamiento de los epitelios, que denotan cambios crónicos de difícil reversión espontánea o por intervención terapéutica. <span class="superscript">28-32</span> <br> <br> El paradigma tradicional en relación con la etiología de la enfermedad periodontal, descrito desde los años 60, lo conforma la hipótesis de placa no específica, la cual señala que el solo aumento en número de bacterias, por la formación de placa y cálculos sobre los dientes y los productos bacterianos tales como endotoxinas, ácidos orgánicos, enzimas, sobrepasará la capacidad de defensa del hospedero y la enfermedad aparecerá y progresará en forma lineal. <br> <br> Ya en los años 70 aparece la hipótesis de placa específica, defendida por autores como <em>Socransky</em> <span class="superscript">19</span> y <em>Slots</em>, <span class="superscript">33</span> la cual señala en esencia que ciertas bacterias en la placa están más comprometidas que otras en el origen de determinada afección del periodonto. <br> <br> En la actualidad se ha demostrado que los microorganismos de la placa dentobacteriana no poseen el mismo potencial antigénico para generar gingivitis y periodontitis, lo cual sí logran los que integran la microbiota del surco, bajo determinadas condiciones en un hospedero susceptible; por lo que hoy prevalecen los criterios donde se le da gran importancia a la respuesta del hospedero. <br> <br> La eliminación de la placa dentobacteriana, así como el control de la patogenicidad de los microorganismos presentes en la microbiota subgingival, constituyen el éxito del tratamiento de la gingivitis crónica, conjuntamente con el control de los restantes factores de riesgo y de una adecuada respuesta del hospedero. La eliminación mecánica de la placa es necesaria, pero la aplicación local de agentes químicos (antibióticos o antisépticos) pueden actuar como coadyuvantes en dichos tratamientos. <br> <br> Estudios electrónicos de microorganismos del surco gingival <em>in situ</em> de zonas sanas, han revelado un predominio de cocos entre ellos fundamentalmente <em>Estreptococos</em> <em>sanguis, Actinomyces viscosus, Actinomyces israellis, </em>presentes en número relativamente alto. Microorganismos gramnegativos como <em>Capnocitophaga, </em>especies de Bacteroides, <em>Camphilobacter </em>y <em>Fusobacterium,</em> también pueden aislarse. Regularmente muy pocas formas móviles y espiroquetas están presentes en esta microflora relativamente escasa. Parece que no existe una diferencia peculiar en la composición bacteriana de las áreas subgingivales y supragingivales asociadas con las localizaciones sanas. <span class="superscript">33-35</span> <br> <br> Existen millones de microorganismos y más de medio millar de especies diferentes formando parte del hábitat de la cavidad bucal, potencialmente patógenos e involucrados desde el inicio en el agravamiento y mantenimiento de la enfermedad periodontal. Existen múltiples factores de riesgo que actúan en esta afección. La microbiota subgingival se comporta como un factor necesario, pero no suficiente, pues también se relacionan las condiciones del sistema inmune del paciente, su estilo de vida (nutrición, drogas, hábitos), nivel cultural, características socioeconómicas e higiénico-sanitarias, estrés, todo bajo la influencia del ambiente. Es por ello que la curación y prevención de la misma ha sido y es muy difícil. <br> <br> Dentro de los factores de patogenicidad de los microorganismos periodontales, tenemos los factores de virulencia, que son aquellos que permiten que una bacteria cause una enfermedad, los que posibilitan en primer lugar la colonización e invasión de los tejidos y luego la acción directa o indirecta, cuyo resultado es el daño tisular. La adherencia bacteriana es un importante factor de virulencia demostrado en bacterias como <em>Porphyromonas gingivalis</em>. La penetración de las bacterias en lo tejidos a través de ulceraciones en la pared de la bolsa periodontal o por perforación de los espacios intercelulares del epitelio, ha sido descripta para el <em>Actinobacillus actinimycetemcomitans</em> y <em>Porphyromonas gingivalis</em>, entre otros, que una vez en los tejidos las bacterias, usan diversas estrategias para evadir la acción de las defensas del huésped; estas consisten en la producción de sustancias que neutralizan la acción de los leucocitos polimorfonucleares o de los linfocitos, lo que impide la fagocitosis. <span class="superscript">36-43</span> <br> <br> La destrucción celular causada por las bacterias se debe a:</p> <ol> <li>La síntesis de productos metabólicos, como el amonio, compuestos sulfurados volátiles, ácidos grasos.</li> <li>Enzimas como colagenasas, queratinasas, proteasas, hialuronidasas, etc.</li> <li>Exotoxinas como las leucotoxinas que atacan a los polimorfosnucleares o las epiteliotoxinas que destruyen el epitelio, y endotoxinas, que son componentes estructurales de las bacterias gramnegativas liberados después de la lisis bacteriana.</li> </ol> <p> La cavidad bucal está colonizada por más de 400 especies de bacterias aerobias y anaerobias. Las bacterias anaerobias superan el número a las aerobias en una proporción de entre 10:1 y 100:1. Estos microorganismos habitan en los dientes, el surco gingival, las mucosas, el dorso de la lengua y la saliva. Las infecciones dentarias se pueden producir de varias maneras: 1) a través de la introducción de patógenos de origen extrabucal; 2) por un trastorno del equilibrio de la flora indígena; o 3) por la entrada de las bacterias en la pulpa vital de los dientes, normalmente estéril. <br> <br> Aunque las defensas del hospedero de un individuo pueden afectar a la progresión y la gravedad de los síntomas, es fundamental tratar con antibióticos, antimicóticos o antivirales la mayoría de las infecciones dentarias. Los fármacos por vía general pueden inhibir, e incluso eliminar microorganismos patógenos localizados en lugares que escapan al alcance de los instrumentos odontológicos y los antisépticos tópicos. <span class="superscript">43-45</span> <br> <br> La evidencia científica ha relacionado las infecciones graves con un aumento de la vulnerabilidad a ciertas enfermedades sistémicas y trastornos importantes, como son la patología cardiovascular, la diabetes mellitas, los desenlaces adversos de la gestación, las infecciones pulmonares y artritis reumatoide.<span class="superscript">44-50</span> Esto se debe a que los bacilos gramnegativos que provocan enfermedad periodontal desencadenan la producción de lipopolisacáridos, proteínas del golpe de calor, y citocinas proinflamatorias. <br> <br> Existen como mínimo 400 grupos o especies bacterianas diferenciadas morfológica y bioquímicamente que colonizan los espacios ecológicos bucales y dentarios. La complejidad de la flora bucal y dentaria ha impedido establecer con claridad los agentes etiológicos específicos en la mayoría de los tipos de las infecciones bucales y dentarias, pero la mayoría son provocadas por infecciones polimicrobianas mixtas por grampositivos aerobios y anaerobios. Los microorganismos recuperados de las infecciones generalmente son reflejo de la flora indígena del hospedero. En el surco gingival existen aproximadamente 1,8 x 1011 anaerobios/g. Debido a que las bacterias anaerobias forman parte de la flora bucal normal y que en este lugar su número supera al de los microorganismos aerobios en una proporción de 10:1 a 100:1, no sorprende que predominen en las infecciones dentarias. <span class="superscript">44-50 </span> <br> <br> La mayoría de las infecciones odontogénicas son inicialmente consecuencia de la formación de placa dentobacteriana. Una vez que se establecen las bacterias potencialmente patógenas, pueden provocar complicaciones locales y diseminadas, entre las que se encuentran la endocarditis bacteriana, la infección de las prótesis ortopédicas o de otro tipo, infección pleuropulmonar, infección del seno cavernoso, septicemia, sinusitis, infección mediastínica y absceso cerebral. <br> Entre las bacterias más frecuentemente implicadas en la patología periodontal y la pérdida ósea se encuentran <em>Actinobacillus actinomycetemcomitans, </em>y<em> Porphyromonas gingivalis.</em> Otras bacterias asociadas con patología periodontal son <em>Bacteroides forsythus, Prevotella intermedia, Prevotella nigrescens, Fusobacterium spp. Peptostreptococcus micros, Capnocytophaga, Treponema denticola, </em>y<em> Treponema sokranskii.</em> <br> <br> Otros grupos de bacterias se recuperan sistemáticamente de las infecciones odontogénicas y orofaciales, lo que sugiere que muchos microorganismos potencialmente patógenos pueden ser capaces también de producir signos y síntomas clínicos de enfermedad. En pacientes con infecciones odontogénicas graves se ha recuperado más frecuentemente <em>Fusobacterium nucleatum</em> <span class="superscript">50-52</span> Las diferencias en la tasa de recuperación de estos microorganismos están influidas por la edad, la patología sistémica subyacente y factores locales. La mayoría de estos son indígenas de la cavidad bucal, pero en el inmunodeprimido también pueden colonizar y provocar infección bacterias como <em>Escherichia coli</em> y <em>Bacteroides fragilis</em>. <br> <br> La naturaleza polimicrobiana de estas infecciones se ha puesto de manifiesto en muchos estudios, incluyendo uno realizado por <em>Brook </em>y colaboradores <span class="superscript">52</span> con 32 abscesos periapicales. Se recuperaron un total de 78 aislamientos bacterianos (55 anaerobios y 23 aerobios y facultativos), con un promedio de 2,4 aislamientos por muestra (1,7 anaerobios y 0,7 aerobios o facultativos). Solo había bacterias anaerobias en 16 pacientes (el 50 %), aerobias y facultativas en 2 (6%) y flora mixta aerobia y anaerobia en 14 (44 %). Los aislamientos predominantes fueron cocos anaerobios (<em>Peptostreptococcus spp</em>), bacterias, <em>Prevotella</em> y <em>Porphyromonas spp </em>(sobre todo P gingivalis). El microorganismo potencialmente patógeno aerobio fundamental fue <em>Streptococcus</em>, y hubo pocos gramnegativos. Este estudio resaltó la naturaleza polimicrobiana y la importancia de las bacterias anaerobias en el absceso periapical. <br> <br> La gravedad de las infecciones en las que participan especies de anaerobios como <em>Prevotella, Porphyromonas, Fusobacterium y Peptostreptococcus</em> se facilita por la sinergia que estos anaerobios muestran entre sí y con los aerobios. Esta sinergia es frecuente en la patología periodontal por la multiplicidad de los microorganismos y por el hecho de que tienen necesidades complementarias. <span class="superscript">50-52</span> Varios mecanismos explican la sinergia microbiana en estas infecciones mixtas, incluyendo la protección contra la fagocitosis mutua, la muerte intracelular y la producción de factores de crecimiento esenciales. El descenso de los potenciales de óxido-reducción que produce el componente aerobio de la infección crea las condiciones físicas adecuadas para la replicación e invasión por el componente anaerobio de esta. Se sabe que estos factores ambientales son cruciales para el crecimiento de los anaerobios. Cuanto más crónica es la infección, mayor es la carencia de oxígeno en los tejidos, lo cual estimula el crecimiento de las bacterias anaerobias. Por lo tanto, aunque los anaerobios son los microorganismos más virulentos, a medida que se cronifica el trastorno, medran los anaerobios y consolidan la infección. <br> <br> Los anaerobios estrictos pueden interferir la fagocitosis y la destrucción de las bacterias aerobias. Se demostró que <em>P. gingivalis </em>aislado a partir de las células y del líquido sobrenadante del cultivo, era el bacilo anaerobio gramnegativo que poseía el máximo efecto inhibidor. Se ha demostrado que sobrenadantes de cultivos de <em>Prevotella y Porphyromonas, y P. gingivalis</em>, son capaces de inhibir la quimiotaxia de los leucocitos por los factores quimiotácticos de <em>P. mirabilis</em>. Las bacterias pueden proporcionarse también mutuamente nutrientes. <em>Klebsiella</em> produce succinato, que alimenta <em>Porphyromonas asaccharolytica</em>, y los difteroides de la boca producen vitamina K1, que es un factor de crecimiento de <em>Prevotella melaninogenica. </em><span class="superscript">50-53</span> <br> <br> El papel de los anaerobios en la patología periodontal se ve corroborado por el hallazgo de niveles elevados de anticuerpos IgG específicos de estos microorganismos en el suero de pacientes diagnosticados de periodontitis. <span class="superscript">54</span> Esta observación inmunoserológica está fuertemente avalada por varios estudios bacteriológicos, incluyendo uno en el cual <em>P. gingivalis </em>fue el aislamiento predominante observado en el suero de pacientes con lesiones avanzadas de periodontitis crónica. Varios anaerobios y estreptococos de la boca, incluyendo <em>P. gingivalis, Porphyromonas intermedia, Prevotella melaninogenica, Capnocytophaga spp, Streptococcus sanguis y Streptococcus mitis,</em>producen proteasas de IgA, <span class="superscript">50-56</span> que pueden alterar la inmunidad local. <br> <br> Las bacterias anaerobias de la boca poseen varios factores de virulencia importantes y son resistentes a antibióticos beta-lactámicos a través de la producción de la enzima betalactamasa. Los bacilos gramnegativos anaerobios (<em>Prevotella y Porphyromonas spp</em>) poseen una cápsula que inhibe la fagocitosis, y producen potentes enzimas y productos colaterales metabólicos. Entre ellos se encuentra la producción de ácido succínico (que inhibe la migración de los polimorfonucleares) superóxido dismutasa, catalasa, proteasa de inmunoglobulina, factores que promueven la coagulación y la propagación (como hialuronidasa, colagenasa y fibrinolisina) y factores de adherencia. <br> <br> Otros factores que potencian la virulencia de los anaerobios comprenden la lesión de mucosa, la caída del potencial de óxido-reducción y la presencia de hemoglobina o de sangre en el lugar infectado. Anteriormente se ha demostrado la importancia de estos factores tanto <em>in vitro </em>como en estudios realizados en animales de experimentación. <span class="superscript">53-57</span> <br> <br> Más de la mitad de los bacilos anaerobios gramnegativos (incluyendo <em>Prevotella, Porphyromonas, Bacteroides y Fusobacteria spp</em>), son capaces de producir betalactamasas, responsable de muchos fracasos terapéuticos en infecciones dentarias, así como en infecciones de cabeza y cuello. En un estudio que evaluó 32 abscesos periapicales, se identificaron bacilos productores de betalactamasa (BPBL) en un tercio de los casos.<span class="superscript">52-56</span> <br> <br> Los BPBL pueden tener un importante papel clínico en las infecciones. Son capaces de un efecto patógeno directo, así como de un efecto indirecto a través de su capacidad de producir betalactamasa. Los BPBL no solamente sobreviven al tratamiento con penicilina, sino que también pueden “proteger” a los co-patógenos sensibles a penicilina de la actividad de este antibiótico, liberando a su ambiente la enzima libre. <span class="superscript">50-56</span> <br> <br> La presencia de altos niveles de betalactamasa en la saliva puede ser reflejo de una colonización por muchos BPBL. Se ha demostrado que pacientes con amigdalitis recurrente por estreptococos beta hemolíticos del grupo A, tenían niveles detectables de betalactamasa en la saliva, en comparación con pacientes con amigdalitis no complicada. <span class="superscript">54-56</span> Estos datos apoyan el papel creciente de los BPBL en las infecciones polimicrobianas y orofaríngeas. Los hallazgos demuestran también la rapidez con que pueden aparecer BPBL y propagarse.</p> <h4>CONSIDERACIONES FINALES</h4> <p>Consideramos que la naturaleza específica de la microbiota de la placa dental es fundamental en la etiología y patogénesis de la periodontitis. Es por ello, que el volumen de la placa no puede ser tomado solamente como un indicador de susceptibilidad o actividad de periodontitis destructiva, sino es mucho más importante conocer la flora específica y los factores de virulencia que los microorganismos producen. No obstante otros factores inherentes a los individuos, como algunas enfermedades genéticas o por razones adquiridas como el hábito de fumar, escasa higiene bucal, entre otros, permitirán que ciertas bacterias específicas patógenas aumenten en número y desencadenen la enfermedad periodontal con un carácter de destrucción severa e inicio temprano de la enfermedad.</p> <h4>Summary</h4> <strong>Current notions on the microbial flora of the gingival sulcus</strong> <p>Periodontal disease is an oral health problem worldwide. In the course of time, knowledge about gingivitis has greatly changed, and today, this is one of the most frequent diseases affecting the patients going to the dentistry service. This study was aimed at delving into the relationship between the dental plaque microorganisms and the periodontitis etiology. The dental plaque constitutes a complex microbial community; the interactions among the host species give rise to an ecological niche that favors growth and survival of strictly anaerobic proteolytic species as well as to adequate conditions for the onset of periodontitis.</p> <p><em><strong>Key words</strong>:</em> dental plaque, anaerobic microorganisms, periodontitis</p> <h4> <br> REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS</h4> <p>1. Organización Mundial de la Salud. Epidemiología, etiología y prevención de las periodontopatías. Moscú: OMS; 1977.( Informe; 621).</p> <p>2. Carranza FA, Sznajder. Compendio de Periodoncia. 5 ed. México: Médico Panamericana; 1996.</p> <p>3. Brown LJ, Löe H. Prevalence, extent, severity and progressión of periodontal disease. Periodontology 2000;2:57.</p> <p>4. Del Valle Portilla MC. Epidemiología de las periodontopatías. Rev Cubana Estomatol 1972;9(3): 177.</p> <p>5. Organización Mundial de la Salud. Las periodontopatías: Comité de Expertos en Higiene Dental. 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