Fracturas orbitocigomáticas, valor de la clasificación de Knight y North en su terapéuticaOrbitozygomatic fractures and the value of Knight and North´s classification.
Abstract:

Se realizó un estudio observacional descriptivo de 230 pacientes intervenidos quirúrgicamente por fracturas orbitocigomáticas en el Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Provincial Docente "Manuel Ascunce Domenech" de Camagüey, en el período de enero 1999 a diciembre 2003, con el propósito de describir el valor de la clasificación de Knight y North en la selección de variantes quirúrgicas terapéuticas de las fracturas orbitocigomáticas, a través de la experiencia del servicio. Se utilizó la clasificación de Knight y North para la selección de las variantes de tratamiento, determinándose las variables edad, sexo, clasificación, terapéutica quirúrgica, complicaciones y resultados posoperatorios. Se observó un predominio del sexo masculino con el 75,7 %, y dicha cirugía se realizó con mayor frecuencia entre los 25-34 años (34,3 %). La clase III de Knight y North fue la más frecuente (45,6 %), seguida por la II y IV, con el 31,6 y 10,1 %, respectivamente. Basados en esta clasificación y teniendo en cuenta el grado de inestabilidad posreducción esperado, se seleccionó adecuadamente la variante terapéutica a emplear en el 98,8 % de los casos. Se llega a la conclusión de que la incidencia de fracturas orbitocigomáticas es alta, y dentro de ellas, la clase III de Knight y North es la más frecuente. Se recomienda esta clasificación para su tratamiento, ya que permite seleccionar la variante de tratamiento más adecuada de acuerdo con el grado de inestabilidad posreducción esperado, lográndose resultados estéticos y funcionales adecuados con escasas complicaciones posoperatorias no inherentes a esta.

A descriptive observational study of 250 patients, who were operated on from orbitozygomatic fractures at the Maxillofacial Surgery Service of “Manuel Ascunce Domenech” provincial teaching hospital in Camaguey from January 1999 to December 2003, was conducted . The objective was to describe the importance of Knight and North´s classification for the selection of therapeutic surgical variants to be applied in orbitozygomatic fractures on the basis of the experience of this service. Knight and North´s classification was used to select treatment variants; besides, age, sex, therapeutic surgical classification, complications and postoperative results were determined as variables. It was observed that males predominated with 75,7% of total number and such surgery was mostly performed on 25-34 years-old group (34,3%); Knight & North´s class III was the most frequent (45,6%) followed by class II and class IV, with 31,3 and 10,1% respectively. On the basis sof this classification and taking into account the expected degree of postreduction instability, there was a right selection of the correspondieng therapeutic variant to be used in 98,8% of cases, that is, indirect reduction without fixation in 100% of cases in class II and V, and in 47,5% of class III fractures. Indirection reduction with temporary support was applied to 52,5% of the rest of class III cases; 58,3% of class VI fractures and 25% of class IV whereas direct reduction and osteosynthesis was performed in 75% of the rest of class IV cases. It was concluded that incidence of orbitozygomatic fracxtures was high, being Knight & North´s class III the most common. This classification is recommended to treat them since it allows choosing the most suitable therapeutic variant according to the expected degree of postreduction instability, thus achieving positive aesthetic and functional results, with few postoperative complications.

Keywords:
    • FRACTURAS CIGOMATICAS;
    • FRACTURAS CIGOMATICAS;
    • FRACTURAS CIGOMATICAS;
    • ORBITOZYGOMATIC FRACTURES;
    • ORBITOZYGOMATIC FRACTURES;
    • ORBITOZYGOMATIC FRACTURES.
<p>Hospital Clinicoquir&uacute;rgico Docente “Manuel Ascunce Domenech”, Camag&uuml;ey </p> <h2>Fracturas orbitocigom&aacute;ticas, valor de la clasificaci&oacute;n de Knight y North en su terap&eacute;utica </h2> <p align="left"><a href="#autor">Dr. Oscar N. Garc&iacute;a-Roco P&eacute;rez<span class="superscript">1</span></a><span class="superscript"><a name="cargo"></a></span> </p> <h4>Resumen </h4> <p align="justify">Se realiz&oacute; un estudio observacional descriptivo de 230 pacientes intervenidos quir&uacute;rgicamente por fracturas orbitocigom&aacute;ticas en el Servicio de Cirug&iacute;a Maxilofacial del Hospital Provincial Docente &quot;Manuel Ascunce Domenech&quot; de Camag&uuml;ey, en el per&iacute;odo de enero 1999 a diciembre 2003, con el prop&oacute;sito de describir el valor de la clasificaci&oacute;n de Knight y North en la selecci&oacute;n de variantes quir&uacute;rgicas terap&eacute;uticas de las fracturas orbitocigom&aacute;ticas, a trav&eacute;s de la experiencia del servicio. Se utiliz&oacute; la clasificaci&oacute;n de Knight y North para la selecci&oacute;n de las variantes de tratamiento, determin&aacute;ndose las variables edad, sexo, clasificaci&oacute;n, terap&eacute;utica quir&uacute;rgica, complicaciones y resultados posoperatorios. Se observ&oacute; un predominio del sexo masculino con el 75,7 %, y dicha cirug&iacute;a se realiz&oacute; con mayor frecuencia entre los 25-34 a&ntilde;os (34,3 %). La clase III de Knight y North fue la m&aacute;s frecuente (45,6 %), seguida por la II y IV, con el 31,6 y 10,1 %, respectivamente. Basados en esta clasificaci&oacute;n y teniendo en cuenta el grado de inestabilidad posreducci&oacute;n esperado, se seleccion&oacute; adecuadamente la variante terap&eacute;utica a emplear en el 98,8 % de los casos. Se llega a la conclusi&oacute;n de que la incidencia de fracturas orbitocigom&aacute;ticas es alta, y dentro de ellas, la clase III de Knight y North es la m&aacute;s frecuente. Se recomienda esta clasificaci&oacute;n para su tratamiento, ya que permite seleccionar la variante de tratamiento m&aacute;s adecuada de acuerdo con el grado de inestabilidad posreducci&oacute;n esperado, logr&aacute;ndose resultados est&eacute;ticos y funcionales adecuados con escasas complicaciones posoperatorias no inherentes a esta. </p> <p align="justify"><em>Palabras clave</em>: FRACTURAS CIGOMATICAS/ terapia, FRACTURAS CIGOMATICAS/ clasificaci&oacute;n, FRACTURAS CIGOMATICAS/ epidemiolog&iacute;a. </p> <p align="justify">Desde los tiempos m&aacute;s remotos hasta nuestros d&iacute;as, han existido las fracturas faciales; en esta regi&oacute;n se ubican varios de los m&aacute;s importantes &oacute;rganos de la econom&iacute;a humana, de manera que la asociaci&oacute;n de las lesiones de estos con los huesos de la cara, aumentan su importancia y en ocasiones su atenci&oacute;n inmediata.<span class="superscript">1,2 </span></p> <p align="justify">En los &uacute;ltimos a&ntilde;os, el desarrollo de los veh&iacute;culos automotores, la industria, el abuso de bebidas embriagantes, etc., han ocasionado un alarmante aumento de la incidencia de las fracturas faciales, particularmente de las del complejo orbitocigom&aacute;tico por sus caracter&iacute;sticas anat&oacute;micas.<span class="superscript">2-6 </span></p> <p align="justify">La conminuci&oacute;n, evoluci&oacute;n de la fractura, magnitud y direcci&oacute;n del desplazamiento, as&iacute; como la edad del paciente, son indicadores cl&iacute;nicos a considerar en la selecci&oacute;n del m&eacute;todo de estabilizaci&oacute;n de las fracturas cigom&aacute;ticas. <span class="superscript">1-4</span> Actualmente no existe un criterio com&uacute;n en cuanto a la conducta a seguir ante tales fracturas, motivado por la gran variedad de t&eacute;cnicas quir&uacute;rgicas, las cuales se apoyan en clasificaciones preoperatorias.<span class="superscript">1,4-7 </span></p> <p align="justify">En la instituci&oacute;n radica el Centro Provincial de Atenci&oacute;n al Politraumatizado de Camag&uuml;ey y existe una tradici&oacute;n de 30 a&ntilde;os de aplicaci&oacute;n de la clasificaci&oacute;n de Knight y North,<span class="superscript"> 1,2,8</span> en el tratamiento de las fracturas del cigoma en general, pero no se han realizado estudios que eval&uacute;en los resultados obtenidos. El presente estudio se realiza con el objetivo de describir el valor de esta en la selecci&oacute;n de la terap&eacute;utica seg&uacute;n el grado de inestabilidad posreducci&oacute;n esperado. </p> <h4><strong> </strong>M&eacute;todos </h4> <p align="justify">Se realiz&oacute; un estudio observacional descriptivo de 229 pacientes intervenidos quir&uacute;rgicamente por fracturas orbitocigom&aacute;ticas en el Servicio de Cirug&iacute;a Maxilofacial del Hospital Provincial Docente &quot;Manuel Ascunce Domenech&quot; de Camag&uuml;ey, en el per&iacute;odo de enero 1999 a diciembre 2003, para describir los resultados obtenidos utilizando la clasificaci&oacute;n de Knight y North <span class="superscript">1,2,8</span> (fig.) para la selecci&oacute;n de las variantes de tratamiento. </p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v43n2/0102206.JPG"><img src="/img/revistas/est/v43n2/0102206.JPG" width="112" height="152" border="0"></a></p> <p align="center">Figura. Clasificaci&oacute;n de las fracturas orbito zigom&aacute;ticas seg&uacute;n Knight &amp; North (1961). <br> Tomado de: <em>Natvig P, Dortzbach RK. </em> Fracturas de los huesos de la cara. En: Grabb W, Smith JW, eds. Cirug&iacute;a pl&aacute;stica. T1. La Habana: Editorial Cient&iacute;fico T&eacute;cnica; 1985. pp. 226-53. </p> <p align="justify">Se determinaron las variables edad, sexo, clasificaci&oacute;n, terap&eacute;utica quir&uacute;rgica, complicaciones y resultados posoperatorios. Los pacientes siguieron los mecanismos institucionales establecidos para el tratamiento de la afecci&oacute;n, que incluy&oacute; la confecci&oacute;n del expediente cl&iacute;nico, complementarios de laboratorio e imagenol&oacute;gicos (radiograf&iacute;as, vista Waters y comparativa de arco cigom&aacute;tico), cuya evoluci&oacute;n se sigui&oacute; posoperatoriamente por consulta externa durante 21 d&iacute;as al menos. </p> <p align="justify">La informaci&oacute;n primaria se plasm&oacute; en una planilla-encuesta que contemplaba diferentes variables demogr&aacute;ficas y espec&iacute;ficas, y se proces&oacute; mediante el m&eacute;todo porcentual. Para la validaci&oacute;n de los resultados se aplic&oacute; la prueba estad&iacute;stica de Chi cuadrado, en la que p&lt;0,05 result&oacute; estad&iacute;sticamente significativa </p> <h4>Resultados </h4> <p align="justify">Predominaron los pacientes del sexo masculino (75,7 %) y en edades entre 25 y 34 a&ntilde;os (24,3 %), seg&uacute;n se muestra en la tabla 1. </p> <p align="center">Tabla 1. Distribuci&oacute;n seg&uacute;n edad y sexo </p> <div align="center"> <table cellspacing="3" cellpadding="0"> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">Edades (a&ntilde;os) </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">Sexo <br> M &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;F </p> </td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">Total (%) </p></td> </tr> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">15-24 </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">24&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; 6 </p></td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">30 (13,0) </p></td> </tr> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">25-34 </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">59 &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;20 </p></td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">79 (34,3) </p></td> </tr> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">35-44 </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">56&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; 16 </p></td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">72 (31,7) </p></td> </tr> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">45-54 </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">18 &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;10 </p></td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">28 (12,2) </p></td> </tr> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">55-64 </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">&nbsp;9&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;2 </p></td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">11 (4,8) </p></td> </tr> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">65 y m&aacute;s </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">7&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; 2 </p></td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">9 (4,0) </p></td> </tr> <tr> <td width="212" valign="top"> <p align="center">Total (%) </p></td> <td width="257" valign="top"> <p align="center">173 (75,7) &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;56 (24,3) </p></td> <td width="168" valign="top"> <p align="center">229 (100,0) </p></td> </tr> </table> </div> <p align="center">X<span class="superscript">2</span> = 15,69; p= 0,0000. </p> <p align="justify">En cuanto a la distribuci&oacute;n de las fracturas orbitocigom&aacute;ticas seg&uacute;n la clasificaci&oacute;n de Knight y North, se aprecia que las m&aacute;s frecuentes fueron de clase III (45,6 %) y II (31,3 %) de acuerdo con su incidencia, y el tratamiento se planific&oacute; seg&uacute;n la estabilidad posreducci&oacute;n esperada seg&uacute;n esta clasificaci&oacute;n. En la clase II y V estables 100 %, se realiz&oacute; reducci&oacute;n indirecta en todos los casos. En la clase III estable en el 55 % de los casos se realiz&oacute; reducci&oacute;n indirecta sin fijaci&oacute;n en 50 pacientes, para el 47,5 % y reducci&oacute;n indirecta con soporte temporal en el resto (52,5 %) seg&uacute;n resultado quir&uacute;rgico. En la clase IV inestable 100 % posreducci&oacute;n se planific&oacute; preoperatoriamente la reducci&oacute;n directa y osteos&iacute;ntesis en el 73,9 % de los casos y se coloc&oacute; en el restante un soporte temporal. En la clase VI con un 70 % de inestabilidad se realiz&oacute; reducci&oacute;n indirecta con soporte temporal en el 61,5 % y sin fijaci&oacute;n en el resto seg&uacute;n los resultados obtenidos, se analiza un aspecto que mide la eficiencia terap&eacute;utica de un determinado m&eacute;todo operatorio (tabla 2).</p> <p align="center">Tabla 2. Distribuci&oacute;n de las fracturas orbitocigom&aacute;ticas seg&uacute;n la clasificaci&oacute;n de Knight y North <br> de acuerdo con su incidencia y tratamiento </p> <div align="center"> <table cellspacing="3" cellpadding="0"> <tr> <td width="176" height="38" valign="top"> <p align="center">Variantes de tratamiento </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">Clasificaci&oacute;n <br> II (%) </p> </td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">Knight <br> III (%) </p> </td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">North <br> IV (%) </p> </td> <td width="88" valign="top"> <p align="center"> <br> V (%) </p> </td> <td width="88" valign="top"> <p align="center"> <br> VI (%) </p> </td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">Total <br> (%) </p> </td> </tr> <tr> <td width="176" valign="top"> <p align="center">Reducci&oacute;n indirecta sin fijaci&oacute;n </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">72 (100,0) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">50 (47,5) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">17 (100,0) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">5 (38,5) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">144 (62,6) </p></td> </tr> <tr> <td width="176" valign="top"> <p align="center">Reducci&oacute;n indirecta con soporte temporal </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">54 (52,5) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">6 (26,1) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">8 (61,5) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">69 (30,0) </p></td> </tr> <tr> <td width="176" valign="top"> <p align="center">Reducci&oacute;n directa y osteos&iacute;ntesis </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">17 (73,9) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">17 (8,4) </p></td> </tr> <tr> <td width="176" valign="top"> <p align="center">Total (%) </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">72 (31,3) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">104 (45,6) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">23 (10,0) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">17 (7,4) </p></td> <td width="88" valign="top"> <p align="center">13 (5,7) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">229 (100,0) </p></td> </tr> </table> </div> <p align="justify">Se hace referencia a la aparici&oacute;n de complicaciones, dada su estrecha relaci&oacute;n con la eficiencia terap&eacute;utica de los m&eacute;todos aplicados y la indudable repercusi&oacute;n que esto provoca. La mayor&iacute;a de los pacientes no presentaron complicaciones posoperatorias (86,5 %). Cuando aparecieron, las m&aacute;s frecuentes fueron las neurol&oacute;gicas sensitivas (11,7 %) y las est&eacute;ticas (2,3 %), relacionadas directamente con la complejidad de la terap&eacute;utica aplicada, por lo tanto, de la clasificaci&oacute;n de la fractura orbitocigom&aacute;tica, se complic&oacute; el 30,4 % de los pacientes con clase IV, el 23,0 % clase VI, el 17,6 % clase V, el 17,3 % clase III y ninguno clase II (tabla 3). </p> <p align="center">Tabla 3. Distribuci&oacute;n de las fracturas orbitocigom&aacute;ticas seg&uacute;n la clasificaci&oacute;n de Knight y North <br> de acuerdo con la aparici&oacute;n de complicaciones </p> <div align="center"> <table cellspacing="3" cellpadding="0"> <tr> <td width="168" valign="top"> <p>Complicaciones </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">Clasificaci&oacute;n <br> II (n=72) </p> </td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">Knight <br> III (n=104) </p> </td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">North <br> IV (n=23) </p> </td> <td width="96" valign="top"> <p align="center"> <br> V (n=17) </p> </td> <td width="96" valign="top"> <p align="center"> <br> VI (n=13) </p> </td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">Total n=229 (%) </p> </td> </tr> <tr> <td width="168" valign="top"> <p>Hemorr&aacute;gicas </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">1 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">1 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">2 (0,9) </p></td> </tr> <tr> <td width="168" valign="top"> <p>Sinusitis maxilar </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">2 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">1 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">3 (1,3) </p></td> </tr> <tr> <td width="168" valign="top"> <p>Sepsis de la herida </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">1 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">1 (0,5) </p></td> </tr> <tr> <td width="168" valign="top"> <p>Neurol&oacute;gicas sensitivas </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">18 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">5 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">3 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">1 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">27 (11,7) </p></td> </tr> <tr> <td width="168" valign="top"> <p>Est&eacute;ticas </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">1 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">2 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">2 </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">5 (2,3) </p></td> </tr> <tr> <td width="168" valign="top"> <p>Total de pacientes complicados (%) </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">18 (17,3) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">7 (30,4) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">3 (17,6) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">3 (23,0) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">31 (13,5) </p></td> </tr> </table> </div> <p align="justify">Los resultados obtenidos fueron buenos en el <strong></strong>92,1 % de los pacientes (tabla 4), lo que se relacion&oacute; directamente con la complejidad de la terap&eacute;utica aplicada, la aparici&oacute;n de complicaciones y por ende, de la clasificaci&oacute;n de la fractura orbitocigom&aacute;tica seg&uacute;n Knight y North: clase II (98,6 %), clase III (91,4 %), clase IV (82,6 %), clase V (94,1 %) y VI (76,9 %). Solo en el 2,3 % se consideraron malos los resultados: el 1,0 % clase III,el 8,6 % clase IV y el 15,4 % de la VI (tabla 4). </p> <p align="center">Tabla 4. Evaluaci&oacute;n de los resultados posoperatorios en pacientes con fracturas orbitocigom&aacute;ticas <br> seg&uacute;n la clasificaci&oacute;n de Knight y North </p> <div align="center"> <table cellspacing="3" cellpadding="0"> <tr> <td width="152" valign="top"> <p align="center">Resultados posoperatorios </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">Clasificaci&oacute;n <br> II (%) </p> </td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">Knight <br> III (%) </p> </td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">North <br> IV (%) </p> </td> <td width="96" valign="top"> <p align="center"> <br> V (%) </p> </td> <td width="96" valign="top"> <p align="center"> <br> VI (%) </p> </td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">Total (%) </p> </td> </tr> <tr> <td width="152" valign="top"> <p align="center">Buenos </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">71 (98,6) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">95 (91,4) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">19 (82,6) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">16 (94,1) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">10 (76,9) </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">211 (92,1) </p></td> </tr> <tr> <td width="152" valign="top"> <p align="center">Regulares </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">1 (1,4) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">8 (7,6) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">2 (8,6) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">1 (5,9) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">1 (7,7) </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">13 (5,6) </p></td> </tr> <tr> <td width="152" valign="top"> <p align="center">Malos </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">1 (1,0) </p></td> <td width="104" valign="top"> <p align="center">2 (8,6) </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">- </p></td> <td width="96" valign="top"> <p align="center">2 (15,4) </p></td> <td width="112" valign="top"> <p align="center">5 (2,3) </p></td> </tr> </table> </div> <p align="center">X<span class="superscript">2 </span>= 24,37; p= 0,0000. </p> <h4 align="left">Discusi&oacute;n </h4> <p align="justify">Aunque son varias las investigaciones realizadas sobre las fracturas cigom&aacute;ticas, en ninguna se trata el tema de los m&eacute;todos de estabilizaci&oacute;n, comparativamente en funci&oacute;n de su clasificaci&oacute;n preoperatoria. La prominente posici&oacute;n del cigoma lo hace muy susceptible a las fracturas. El tipo m&aacute;s corriente est&aacute; constituido por aquellas en que la l&iacute;nea pasa por las suturas cigom&aacute;tico frontal, cigom&aacute;tico maxilar y cigom&aacute;tico temporal, con desviaci&oacute;n rotatoria y hacia abajo.<span class="superscript">1,2,8 </span></p> <p align="justify">Las lesiones traum&aacute;ticas, y dentro de ellas las del esqueleto facial, son m&aacute;s frecuentes en hombres j&oacute;venes, pues debido al rol social que tradicionalmente han desarrollado, son m&aacute;s propensos a ri&ntilde;as y accidentes; no obstante, se aprecia un sostenido incremento de la incidencia en el sexo femenino por cambios en los patrones de conducta tradicionales.<span class="superscript">2,6,9 </span></p> <p align="justify">La clasificaci&oacute;n m&aacute;s utilizada en Cuba es la de Rowe,<span class="superscript">1,7</span> que incluye IV grados seg&uacute;n la existencia de desplazamiento del cigoma y signos oftalmol&oacute;gicos como diplop&iacute;a y enoftalmo, pero esta no permite prever el grado de inestabilidad de la fractura. </p> <p align="justify">El comportamiento epidemiol&oacute;gico de las fracturas orbitocigom&aacute;ticas es muy similar al descrito por <em>Knight </em>y <em>North </em> en su clasificaci&oacute;n original, <span class="superscript">2,8</span> a pesar de los cambios que implica el desarrollo tecnol&oacute;gico en la etiopatogenia de la traumatolog&iacute;a maxilofacial. No se encontraron estudios similares o con resultados comparables. El valor de esta clasificaci&oacute;n radiogr&aacute;fica en la selecci&oacute;n de la terap&eacute;utica, seg&uacute;n el grado de inestabilidad posreducci&oacute;n esperado, es notable, al predecir en manos experimentadas la modalidad m&aacute;s acertada seg&uacute;n las caracter&iacute;sticas del caso; simplifica el preoperatorio y es &uacute;til en la evoluci&oacute;n posoperatoria. Actualmente existe una clasificaci&oacute;n similar basada en los resultados de la tomograf&iacute;a axial computadorizada (TAC), que implica el uso rutinario de esta tecnolog&iacute;a en los pacientes con estas afecciones, con repercusiones socioecon&oacute;micas fuera de nuestras posibilidades actuales.<span class="superscript">8-10</span> </p> <p align="justify">Las escasas complicaciones posoperatorias reportadas no son inherentes al empleo de la clasificaci&oacute;n descrita y se encuentran dentro de rangos muy favorables al compararlas con los resultados de autores consultados en la terap&eacute;utica de las lesiones traum&aacute;ticas de la regi&oacute;n, independientemente del grupo poblacional estudiado.<span class="superscript">4,9-15 </span></p> <p align="justify">Los pacientes son muy sensibles a las deformidades faciales, experimentando grandes limitaciones para su adecuado desenvolvimiento social y calidad de vida; es por ello que es importante el tratamiento oportuno y correcto de las afecciones traum&aacute;ticas del complejo orbitocigom&aacute;tico, para obtener resultados quir&uacute;rgicos satisfactorios, est&eacute;ticos y funcionales. Se recomienda tener muy presentes las necesidades reales y sentidas por el individuo a tratar en el momento de planificar la terap&eacute;utica. <span class="superscript">12-15</span> Consideramos que la clasificaci&oacute;n de Knight y North puede ser una herramienta &uacute;til en este sentido. </p> <p>Con este trabajo llegamos a las conclusiones siguientes:</p> <p align="justify">La incidencia de fracturas orbitocigom&aacute;ticas es alta; dentro de estas, la de clase III de Knight y North es la m&aacute;s frecuente. Se recomienda esta clasificaci&oacute;n para su terap&eacute;utica, ya que permite seleccionar la variante de tratamiento m&aacute;s adecuada de acuerdo con el grado de inestabilidad posreducci&oacute;n esperado, y se logran resultados est&eacute;ticos y funcionales adecuados con escasas complicaciones posoperatorias no inherentes a esta. </p> <h4><strong>Summary</strong> </h4> <p><strong>Orbitozygomatic fractures and the value of Knight and North&acute;s classification. </strong></p> <p>A descriptive observational study of 250 patients, who were operated on from orbitozygomatic fractures at the Maxillofacial Surgery Service of “Manuel Ascunce Domenech” provincial teaching hospital in Camaguey from January 1999 to December 2003, was conducted . The objective was to describe the importance of Knight and North&acute;s classification for the selection of therapeutic surgical variants to be applied in orbitozygomatic fractures on the basis of the experience of this service. Knight and North&acute;s classification was used to select treatment variants; besides, age, sex, therapeutic surgical classification, complications and postoperative results were determined as variables. It was observed that males predominated with 75,7% of total number and such surgery was mostly performed on 25-34 years-old group (34,3%); Knight &amp; North&acute;s class III was the most frequent (45,6%) followed by class II and class IV, with 31,3 and 10,1% respectively. On the basis sof this classification and taking into account the expected degree of postreduction instability, there was a right selection of the correspondieng therapeutic variant to be used in 98,8% of cases, that is, indirect reduction without fixation in 100% of cases in class II and V, and in 47,5% of class III fractures. Indirection reduction with temporary support was applied to 52,5% of the rest of class III cases; 58,3% of class VI fractures and 25% of class IV whereas direct reduction and osteosynthesis was performed in 75% of the rest of class IV cases. It was concluded that incidence of orbitozygomatic fracxtures was high, being Knight &amp; North&acute;s class III the most common. This classification is recommended to treat them since it allows choosing the most suitable therapeutic variant according to the expected degree of postreduction instability, thus achieving positive aesthetic and functional results, with few postoperative complications. </p> Key words: ORBITOZYGOMATIC FRACTURES/therapy; ORBITOZYGOMATIC FRACTURES/classification, ORBITOZYGOMATIC FRACTURES/epidemiology. <h4>Referencias Bibliogr&aacute;ficas </h4> <div align="justify"> <!-- ref --><p>1. Rowe NL. Fractures of the zygomatic complex and orbit. En: Rowe NL, Williams JL. Maxillofacial injuries. Vol 1. 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Aprobado: 22 de enero de 2006. <br> Dr. <em>Oscar N</em>.<em> Garc&iacute;a-Roco P&eacute;rez</em>. Hospital Clinicoquir&uacute;rgico Docente “Manuel Ascunce Domenech”. Camag&uuml;ey. Cuba. e-mail: <a href="mailto:ogarcia@finlay.cmw.sld.cu">ogarcia@finlay.cmw.sld.cu </a></p> <p align="justify"><span class="superscript"><span class="Estilo1"><a href="#cargo">1</a></span></span> <a href="#cargo">Especialista de II Grado en Cirug&iacute;a Maxilofacial. M&aacute;ster en Salud P&uacute;blica. Investigador Auxiliar. Aspirante a Doctor en Ciencias M&eacute;dicas. Instructor de la Facultad de Estomatolog&iacute;a del ISCM-C.</a><a name="autor"></a> </p>

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