Osteogénesis por distracción esquelética maxilomandibular: Análisis de esta novedosa terapéuticaOSTEOGENESIS BY MAXILLOMANDIBULAR SKELETAL DISTRACTION: ANALYSIS OF THIS NOVEL THERAPEUTICS
Abstract:

El proceso de generación de nuevo hueso por estiramiento del callo óseo se denomina osteogénesis por distracción. Este proceso se aplica también a los huesos del macizo craneofacial, y en especial a la mandíbula, para tratar defectos mandibulares que aparecen en diferentes síndromes, como el Treacher Collins, microsomía hemifacial, Pierre Robins, apnea obstructiva del sueño y otras deformidades secundarias a anquilosis de la articulación temporomandibular y traumas. Se realizó una revisión bibliográfica del tema. Nuestro estudio de 45 series publicadas arrojó que el tipo de distractor más usado es el extraoral, que el hueso más tratado es la mandíbula, que solo el 4,4 % de los autores realizan estudios cefalométricos para la evaluación de los resultados y que las complicaciones más frecuentes son la avulsión parcial de los pines, dolor en la ATM y limitación de la apertura bucal.

The process of generation of a new bone by lengthening the osteal callus is called osteogenesis by distraction. This process is also applied to bones of the craniofacial skeleton and, specially, to the mandible to treat mandibular defects appearing in different syndromes, such as Treacher Collins, hemifacial microsomy, Pierre Robins, obstructive sleeping apnea, and other deformities secondary to ankylosis of the temporomandibular joint and traumas. A bibliographic review of the topic was made. Our study of 45 series published showed that the extraoral was the most used type of distractor, that the mandible was the most treated bone, that only 4.4 % of the authors conduct cephalometric studies to evaluate the results, and that partial avulsion of the pins, pain in the TMA and limitation to open the mouth were the most frequent complications.

Keywords:
    • osteogénesis por distracción;
    • distracción maxilomandibular;
    • técnica quirúrgica;
    • Osteogenesis by distraction;
    • maxillomandibular distraction;
    • surgical technique.
<p>Hospital Pedi&aacute;trico Docente &quot;Juan Manuel M&aacute;rquez&quot; Servicio de Cirug&iacute;a Maxilofacial</p> <h2>Osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n esquel&eacute;tica maxilomandibular. An&aacute;lisis de esta novedosa terap&eacute;utica</h2> <p></p> <p> <a href="#cargo">Dr . Dadonim Vila Morales,<span class="superscript">1</span> y Dra. Georgina Garmend&iacute;a Hern&aacute;ndez<span class="superscript">2</span></a><a name="autor"></a> </p> <h4>Resumen <br> </h4> <p>El proceso de generaci&oacute;n de nuevo hueso por estiramiento del callo &oacute;seo se denomina osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n. Este proceso se aplica tambi&eacute;n a los huesos del macizo craneofacial, y en especial a la mand&iacute;bula, para tratar defectos mandibulares que aparecen en diferentes s&iacute;ndromes, como el Treacher Collins, microsom&iacute;a hemifacial, Pierre Robins, apnea obstructiva del sue&ntilde;o y otras deformidades secundarias a anquilosis de la articulaci&oacute;n temporomandibular y traumas. Se realiz&oacute; una revisi&oacute;n bibliogr&aacute;fica del tema. Nuestro estudio de 45 series publicadas arroj&oacute; que el tipo de distractor m&aacute;s usado es el extraoral, que el hueso m&aacute;s tratado es la mand&iacute;bula, que solo el 4,4 % de los autores realizan estudios cefalom&eacute;tricos para la evaluaci&oacute;n de los resultados y que las complicaciones m&aacute;s frecuentes son la avulsi&oacute;n parcial de los pines, dolor en la ATM y limitaci&oacute;n de la apertura bucal.</p> <p><i>Palabras clave</i>: osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n, distracci&oacute;n maxilomandibular, t&eacute;cnica quir&uacute;rgica.</p> <p>Desde la m&aacute;s remota antig&uuml;edad, el hombre ha luchado en funci&oacute;n de corregir los defectos de sus cong&eacute;neres. La est&eacute;tica facial desempe&ntilde;a un importante papel en el proceso de socializaci&oacute;n del ser humano, por lo que resulta de vital importancia el conocimiento de los procederes terap&eacute;uticos m&aacute;s eficaces para cada afecci&oacute;n maxilofacial. <br> </p> <p>La Estomatolog&iacute;a se involucra cada vez m&aacute;s en la correcci&oacute;n de defectos faciales, como parte del desarrollo propio de esta ciencia. Diferentes especialidades como Cirug&iacute;a Maxilofacial, Ortodoncia, Pr&oacute;tesis, entre otras, tienen un papel m&aacute;s protag&oacute;nico. <br> </p> <p>Las primeras correcciones que se realizaron en el viscerocr&aacute;neo, fueros aquellas que se relacionaban con excesos &oacute;seos y de tejidos blandos, ya que quir&uacute;rgicamente era m&aacute;s sencillo de corregir, mientras que resultaba un reto el corregir los defectos. Diferentes t&eacute;cnicas ortogn&aacute;ticas fueron introducidas desde el siglo XIX, resultando casi imposible su aplicaci&oacute;n cuando la hipoplasia &oacute;sea era muy marcada en adultos, y por otra parte, no se aplicaban a pacientes con edad pedi&aacute;trica. La correcci&oacute;n de los defectos &oacute;seos inclu&iacute;an injertos con pocas expectativas de &eacute;xito y que dejaban en el lecho donante un defecto que acentuaba a&uacute;n m&aacute;s la mutilaci&oacute;n del paciente. <br> </p> <p>En la d&eacute;cada de los 90 del pasado siglo, la comunidad cient&iacute;fica internacional comenz&oacute; a dar los primeros pasos en la aplicaci&oacute;n de la osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n en el viscerocr&aacute;neo, lo cual signific&oacute; un gran paso de avance en la soluci&oacute;n de estas afecciones. <br> </p> <p>Por esta raz&oacute;n nos proponemos realizar una revisi&oacute;n bibliogr&aacute;fica con el prop&oacute;sito de: describir los principios terap&eacute;uticos de este proceder, identificar el tipo de distractor mayormente utilizado en la literatura, analizar el tipo de evaluaci&oacute;n preoperatoria y de seguimiento realizada por los autores e identificar las complicaciones descritas.</p> <h4>Desarrollo <br> </h4> <p>El proceso de generaci&oacute;n de nuevo hueso por estiramiento del callo &oacute;seo es denominado osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n. Su concepto fue introducido por <em>Codivilla</em> en 1905, cuando report&oacute; en Italia un alargamiento de hueso femoral por distracci&oacute;n repetida. Durante los pasados 35 a&ntilde;os <em>Ilizarov</em> realiz&oacute; osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n en cientos de pacientes con diferentes afecciones ortop&eacute;dicas en la antigua Uni&oacute;n Sovi&eacute;tica, y hoy se ha convertido en un proceder usual en pa&iacute;ses desarrollados en el tratamiento de los huesos endocondrales largos de extremidades.<span class="superscript">1-4</span> <br> </p> <p>La aplicaci&oacute;n de osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n en el esqueleto craneofacial fue reportada por primera vez por <em>Snyder</em> <span class="superscript">5</span> en 1973 al usar esta t&eacute;cnica en la mand&iacute;bula de un perro; luego por otros autores,<span class="superscript"> 6</span> y en 1992, <em>McCarthy</em> y colaboradores,<span class="superscript">7,8 </span>reportaron el primer caso cl&iacute;nico de alargamiento mandibular por dicho m&eacute;todo con aparatos extraorales. En 1994 se public&oacute; una serie de m&aacute;s de 100 casos por <em>Monasterio</em> y <em>Molina</em>.<span class="superscript">9,10</span> <br> </p> <p>Diferentes tipos de distractores se han dise&ntilde;ado de acuerdo con terap&eacute;uticas espec&iacute;ficas para el maxilar, la mand&iacute;bula <span class="superscript">11 </span>reconstrucciones de articulaci&oacute;n temporomandibular y &oacute;rbita, entre otras por este m&eacute;todo. Su uso m&aacute;s frecuente ha sido el avance mandibular en atrofias o desarmon&iacute;as esqueletales; usualmente en grandes s&iacute;ndromes del macizo craneofacial, como secuencia de Pierre Robins, microsom&iacute;a hemifacial, Treacher Collins, <span class="superscript">12,13 </span>s&iacute;ndrome de apnea obstructiva del sue&ntilde;o (SAOS), <span class="superscript">14</span> secuela por anqu&iacute;losis de la articulaci&oacute;n temporomandibular, as&iacute; como traumatismos avulsivos faciales. Se pueden aplicar tambi&eacute;n a colgajos microquir&uacute;rgicos <span class="superscript">2,15-18</span> y en soluciones de continuidad a trav&eacute;s del transporte de un disco &oacute;seo <span class="superscript">19,20</span> y hasta en hueso irradiado a partir de las 27 a 30 semanas, con buenos resultados.<span class="superscript">21</span></p> <p>Los distractores mandibulares han sido mayormente utilizados por la prevalencia de enfermedades que afectan la mand&iacute;bula y la tendencia a movilizar mayormente este hueso, por su comodidad y resultados m&aacute;s confiables. Estos se han aplicado en neonatos, <span class="superscript">22</span> ni&ntilde;os y adultos, evitando largas intervenciones quir&uacute;rgicas, empleo de injertos &oacute;seos y fijaciones intermaxilares; adem&aacute;s eliminan la morbilidad del lugar donante asociado con injerto de hueso, reducen la probabilidad de transfusi&oacute;n y minimizan el &iacute;ndice de reabsorci&oacute;n &oacute;sea. Su uso permite la decanulaci&oacute;n precoz en ni&ntilde;os con SAOS, reduce la estad&iacute;a hospitalaria y sus complicaciones, provee resultados superiores con menor posibilidad de recidiva que la cirug&iacute;a ortogn&aacute;tica y se puede realizar con anestesia local de manera ambulatoria.<span class="superscript">4,16, 23-25 </span> <br> </p> <p>Existen 2 tipos b&aacute;sicos de aparatolog&iacute;a para aplicar la distracci&oacute;n a defectos mandibulares: la externa (mayormente difundida) y la interna, dise&ntilde;ada y perfeccionada por <em>V&aacute;zquez</em> <span class="superscript">26</span> en Par&iacute;s en 1993, con posteriores variantes.<span class="superscript">27</span> Ambas presentan ventajas y desventajas, y aunque la externa resulta menos est&eacute;tica, permite una mejor manipulaci&oacute;n, posibilidad de lograr distracci&oacute;n en rama mandibular y obtener vectores de movimiento en m&aacute;s de un plano espacial. Estos no interfieren en la masticaci&oacute;n ni la oclusi&oacute;n como algunos intraorales, y seg&uacute;n varios autores son mejor tolerados.<span class="superscript">9,28</span> <br> </p> <p>La osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n est&aacute; constituida por 3 per&iacute;odos secuenciales, estos son: latencia, distracci&oacute;n y consolidaci&oacute;n. El per&iacute;odo de latencia comienza con la osteotom&iacute;a hasta la primera tracci&oacute;n del hueso, con el objetivo de permitir la formaci&oacute;n del callo &oacute;seo. Desde el primer al tercer d&iacute;a posquir&uacute;rgico, el hueso evoluciona a la fase inflamatoria, con la formaci&oacute;n del hematoma en el &aacute;rea de fractura, luego la necrosis parcial de los extremos &oacute;seos seccionados, la neoformaci&oacute;n vascular capilar y la aparici&oacute;n de un tejido de granulaci&oacute;n, que incluye adem&aacute;s c&eacute;lulas inflamatorias, fibroblastos y col&aacute;genos. <span class="superscript">29</span> La fase subsiguiente ser&aacute; la del callo blando, que en ni&ntilde;os, comienza a instaurarse al tercer d&iacute;a y puede aparecer con mayor o menor grado en este per&iacute;odo, en dependencia del tiempo de latencia seleccionado, que puede oscilar desde las 48 horas a los 7 d&iacute;as. </p> <p>La distracci&oacute;n se desarrolla mayormente sobre el callo blando que perdura durante 2 semanas. En este, el tejido de granulaci&oacute;n se sustituye por tejido fibroso aumentando la capilaridad en el foco de fractura. A partir de los extremos medulares aparecen canal&iacute;culos capilares y de avance osteog&eacute;nico, con la sustituci&oacute;n inicial del tejido fibroso por cart&iacute;lago. Este tejido fibrocartilaginoso en la reparaci&oacute;n normal es sustituido por un hueso fibroso generado por los osteoblastos y la calcificaci&oacute;n subsiguiente de la matriz, para dar paso a la fase de callo duro, que se extiende de 2 a 3 meses, <span class="superscript">30</span> la cual experimenta el hueso durante el per&iacute;odo de consolidaci&oacute;n o contenci&oacute;n, donde ya no existe actividad expansiva del distractor y este permanece pasivo. La fase de remodelaci&oacute;n &oacute;sea ocurre simult&aacute;neamente, en dependencia de la edad del paciente. Se generan entonces corticales &oacute;seas que evitan la recidiva de la elongaci&oacute;n mandibular lograda.<span class="superscript">31,32</span> Una vez logrado este resultado, se retiran los distractores del paciente. <br> </p> <p>El principio de acci&oacute;n en el per&iacute;odo de la distracci&oacute;n se basa en el estiramiento del callo &oacute;seo en formaci&oacute;n, gracias a la acci&oacute;n de la prote&iacute;na morfog&eacute;nica producida por los osteoblastos <span class="superscript">33</span> y a la elasticidad que las fibras col&aacute;genas le brindan. Participan adem&aacute;s otros elementos como la expresi&oacute;n &oacute;sea de osteocalcina, osteonectina, <span class="superscript">34</span> el grado de apoptosis celular, que en condiciones normales es m&iacute;nimo <span class="superscript">35</span> y la acci&oacute;n de factores de crecimiento y diferenciaci&oacute;n celular, que determinan los &iacute;ndices de: angiog&eacute;nesis, mitosis <span class="superscript">36 </span>maduraci&oacute;n osteobl&aacute;stica y remodelaci&oacute;n.<span class="superscript">37</span> La elongaci&oacute;n puede ser de hasta 2 mm diarios, seg&uacute;n estudios, <span class="superscript">1,38</span> durante 10 d&iacute;as generalmente; en tiempos mayores se describen distracciones de hasta 80 mm.<span class="superscript">39</span> <br> Ante este impacto biol&oacute;gico, los tejidos blandos responden con hipertrofia, como parte del fen&oacute;meno de adaptaci&oacute;n que responde a la ley de tensi&oacute;n por estr&eacute;s: &quot;En algunos tejidos vivos puede aplicarse tensi&oacute;n gradual creando nuevo tejido bajo estr&eacute;s biol&oacute;gico, logr&aacute;ndose estimular y mantener la regeneraci&oacute;n y crecimiento activo&quot;.<span class="superscript">16,17,40</span> <br> </p> <p>Seg&uacute;n <em>Bell</em> y <em>Guerrero</em>, <span class="superscript">41</span> y <em>Fisher</em> y colaboradores, <span class="superscript">42</span> la calidad y cantidad del nuevo hueso formado depende de varios factores: <br> </p> <ul> <li>Tama&ntilde;o m&iacute;nimo de la incisi&oacute;n.</li> <li>Preservaci&oacute;n &oacute;ptima del periostio y riego sangu&iacute;neo en el momento de la osteotom&iacute;a.</li> <li>Un per&iacute;odo de latencia sin distracci&oacute;n para facilitar la reparaci&oacute;n tisular en el &aacute;rea de la osteotom&iacute;a.</li> <li>Un ritmo de expansi&oacute;n de 0,5 mm 2 veces al d&iacute;a.</li> <li>Una estabilizaci&oacute;n en un per&iacute;odo m&iacute;nimo de 7 d&iacute;as. <br> </li> </ul> <p>El correcto diagn&oacute;stico, selecci&oacute;n del paciente y la adecuada orientaci&oacute;n de los vectores de distracci&oacute;n, determinan el &eacute;xito del resultado est&eacute;tico tridimensional (3D). <span class="superscript">37,43</span> La direcci&oacute;n del vector de distracci&oacute;n depende de la posici&oacute;n del aparato. El propio planeamiento se basa en la identificaci&oacute;n de algunos factores como el paralelismo del vector horizontal mandibular al plano oclusal maxilar, la alteraci&oacute;n transversal anterior y posterior mandibular, el vector tridimensional (avance mandibular) y las fuerzas rec&iacute;procas que ejerce la articulaci&oacute;n temporomandibular.<span class="superscript">38,44</span> <br> </p> <p>Histol&oacute;gicamente, el segmento sometido a la distracci&oacute;n atraviesa zonas temporales descritas por <em>McCarthy</em>. Inicialmente es una zona de tejido fibroso caracterizada por haces col&aacute;genos alargados, paralelos al vector de distracci&oacute;n; la segunda zona es de hueso en formaci&oacute;n, observ&aacute;ndose la presencia de osteoblastos cercanos a los fibroblastos. La tercera zona es la de remodelado &oacute;seo, lo cual se constata por la presencia de osteoclastos multinucleados, y finalmente se observa la cuarta zona de hueso maduro compacto, indistinguible en apariencia del hueso adyacente no distractado.<span class="superscript">24</span> <br> </p> <p><em>Aro</em> <span class="superscript">45</span> describe los factores que influyen en el proceso de distracci&oacute;n, que son: la fuerza que aplica el distractor, la resistencia de los tejidos blandos, la capacidad fisiol&oacute;gica individual &oacute;sea de adaptarse al estr&eacute;s, que incluye la resistencia el&aacute;stica en el sitio de la distracci&oacute;n y la rigidez de los pasadores. La interacci&oacute;n de estos condiciona la efectividad de la distracci&oacute;n inducida. <br> </p> <p>Los resultados esqueletales son muy estables y no existe la recidiva, aunque en los ni&ntilde;os intervenidos muy tempranamente y que presentan deformidades muy severas, puede ser necesaria la reintervenci&oacute;n cuando contin&uacute;an el crecimiento &oacute;seo, pues existe un patr&oacute;n esqueletal que tiende al retardo en el crecimiento &oacute;seo.<span class="superscript">44</span> <em>Molina</em> <span class="superscript">46,47</span> sugiere la sobrecorrecci&oacute;n para favorecer el crecimiento y desarrollo m&aacute;s arm&oacute;nico.</p> <h4>Resultados <br> </h4> <p>En la tabla 1 se observa que el tipo de distractor m&aacute;s utilizado fue el extraoral, tanto en el maxilar (88,9 %) como en la mand&iacute;bula (83,3 %), debido a su m&aacute;s f&aacute;cil manejo posquir&uacute;rgico y su fortaleza constructiva (figuras 1-6).Se muestra adem&aacute;s el tipo de distracci&oacute;n utilizada por los autores consultados. De un total de 45 autores que reportaron estudios de distracci&oacute;n osteog&eacute;nica en diferentes fases de ensayos cl&iacute;nicos, se constat&oacute; que la mand&iacute;bula es el hueso craneofacial que m&aacute;s ha sido distractado, con 34 estudios, que representan el 75,5 % de la literatura consultada. <br> </p> <p align="center">Tabla 1. An&aacute;lisis del tipo de distractor utilizado por los autores consultados</p> <table width="75%" border="1" align="center"> <tr> <td> <div align="center">Regi&oacute;n estudiada</div> </td> <td> <div align="center">Total de autores consultados </div> </td> <td colspan="2"> <div align="center">Distractores extraorales </div> </td> <td colspan="2"> <div align="center">Distractores Intraorales</div> </td> </tr> <tr> <td height="19">&nbsp;</td> <td height="19"> <div align="center"></div> </td> <td height="19"> <div align="center">No. </div> </td> <td height="19"> <div align="center">% </div> </td> <td height="19"> <div align="center">No.</div> </td> <td height="19"> <div align="center">%</div> </td> </tr> <tr> <td>Mand&iacute;bula </td> <td> <div align="center">34</div> </td> <td> <div align="center">26 </div> </td> <td> <div align="center">76,5</div> </td> <td> <div align="center">8 </div> </td> <td> <div align="center">23,5</div> </td> </tr> <tr> <td>Maxilar </td> <td> <div align="center">11 </div> </td> <td> <div align="center">9 </div> </td> <td> <div align="center">81,8</div> </td> <td> <div align="center">2 </div> </td> <td> <div align="center">18,2</div> </td> </tr> <tr> <td>Total </td> <td> <div align="center">45</div> </td> <td> <div align="center">35 </div> </td> <td> <div align="center">77,8 </div> </td> <td> <div align="center">10</div> </td> <td> <div align="center">22,2</div> </td> </tr> </table> <p align="center"> <a href="/img/revistas/est/v42n1/f0108105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0108105.jpg" width="190" height="147" border="0"></a></p> <p align="center">Fig.1. Distractor extraoral unidireccional de McCarthy, para producir avances &oacute;seos en una sola direcci&oacute;n. </p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0208105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0208105.jpg" width="250" height="161" border="0"></a></p> <p align="center">Fig.2. Distractor extraoral marca Multigu&iacute;a para lograr movimientos &oacute;seos en los 3 planos del espacio. <br> </p> <p align="center"> <br> <a href="/img/revistas/est/v42n1/f0308105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0308105.jpg" width="236" height="154" border="0"></a> </p> <p align="center">Fig.3 Distractor extraoral multiplanar para lograr movimientos &oacute;seos en los 3 planos del espacio. </p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0408105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0408105.jpg" width="169" height="183" border="0"></a></p> <p align="center">Fig.4. Paciente de 13 a&ntilde;os con microsom&iacute;a hemifacial izquierda. Obs&eacute;rvese la desviaci&oacute;n de la l&iacute;nea media mandibular hacia la izquierda. Esta paciente tiene criterio de distracci&oacute;n osteog&eacute;nica mandibular unilateral para la asimetr&iacute;a facial.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0508105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0508105.jpg" width="157" height="178" border="0"></a></p> <p align="center">Fig.5. Paciente de 10 a&ntilde;os con retrognatismo mandibular, secuela de anquilosis temporomandibular, que necesit&oacute; osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n. Obs&eacute;rvese los distractores extraorales marca Syntece, antes durante el per&iacute;odo de latencia. La distancia ment&oacute;n cuello disminuida y la incompetencia bilabial son signos caracter&iacute;sticos de estos pacientes, por el marcado retrognatismo. En este caso, el resalte maxilar era de 27 mm.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0608105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0608105.jpg" width="157" height="171" border="0"></a></p> <p align="center">Fig.6. Telerradiograf&iacute;a de paciente de 7 a&ntilde;os con s&iacute;ndrome de apnea obstructiva del sue&ntilde;o. Obs&eacute;rvese la estrechez de las v&iacute;as a&eacute;reas posteriores y la desarmon&iacute;a maxilomandibular. Esta paciente necesita avance mandibular con distracci&oacute;n osteog&eacute;nica. <br> </p> <p align="left">La tabla 2 muestra el tipo de evaluaci&oacute;n preoperatoria y posoperatoria realizada por los autores en los reportes analizados. De los 45 estudios revisados, el 100 % de los autores refiere haber realizado evaluaci&oacute;n cl&iacute;nica de cada caso, preoperatoria y posoperatoriamente, y sobre esta base, establecieron sus criterios para analizar presencia de recidiva o no. <br> </p> <p align="center">Tabla 2. An&aacute;lisis del tipo de evaluaci&oacute;n pre y posoperatoria realizada en las series estudiadas</p> <table width="75%" border="1" align="center"> <tr> <td rowspan="2"> <div align="center">Localizaci&oacute;n </div> </td> <td rowspan="2"> <div align="center">No. series estudiadas</div> </td> <td rowspan="2"> <div align="center">Evaluaci&oacute;n cl&iacute;nica </div> </td> <td colspan="2"> <div align="center">Evaluaci&oacute;n cefalom&eacute;trica</div> </td> </tr> <tr> <td> <div align="center">Mediciones lineales</div> </td> <td> <div align="center">Mediciones angulares</div> </td> </tr> <tr> <td>Maxilar </td> <td> <div align="center">11 </div> </td> <td> <div align="center">11</div> </td> <td> <div align="center">0 </div> </td> <td> <div align="center">2 (18,2 %)</div> </td> </tr> <tr> <td>Mand&iacute;bula </td> <td> <div align="center">34</div> </td> <td> <div align="center">34 </div> </td> <td> <div align="center">0</div> </td> <td> <div align="center">0</div> </td> </tr> <tr> <td>Total </td> <td> <div align="center">45</div> </td> <td> <div align="center">45</div> </td> <td> <div align="center">0 </div> </td> <td> <div align="center">2 (4,4 %)</div> </td> </tr> </table> <p>La tabla 3 relaciona las complicaciones reportadas por los autores, as&iacute; como el tipo de distracci&oacute;n usado en cada estudio. Pudimos observar que la mayor&iacute;a de los autores no reflejan en su estudio la presencia o no de complicaciones. Solo 4 autores analizaron la aparici&oacute;n de complicaciones en sus estudios. <em>Rubio-Bueno</em> y colaboradores <span class="superscript">48</span> reportan rotura del distractor o movilidad de los pines en el 40 % de los 8 casos tratados, sin precisar qu&eacute; porcentaje hubo en cada tipo de distractor usado (intraoral y extraoral). <em>Klein </em>y <em>Howaldt</em> <span class="superscript">49</span> reportan la utilizaci&oacute;n de distractores marca Tutlingen en 18 pacientes (extraorales unidireccionales y bidireccionales) y muestran la cifra m&aacute;s alta hasta ahora conocida en este tipo de complicaci&oacute;n (50 %). </p> <p>Estos autores plantean que la mayor&iacute;a de los pacientes presentaron avulsi&oacute;n parcial de alguno de los pines, sin que esto comprometiera el resultado esperado; quiz&aacute;s para otros autores este incidente no constituye una complicaci&oacute;n, sobre todo si ocurre en la fase de consolidaci&oacute;n, donde puede generarse una reacci&oacute;n a cuerpo extra&ntilde;o en el hueso, por la permanencia de los pines por m&aacute;s de 2 meses en esta zona. <br> </p> <p align="center">Tabla 3. Complicaciones reportadas en la literatura estudiada</p> <table width="75%" border="1" align="center"> <tr> <td> <div align="center">Complicaciones reportadas</div> </td> <td> <div align="center">Autor</div> </td> <td> <div align="center">Porcentaje descrito </div> </td> <td> <div align="center">No. pacientes estudiados </div> </td> <td> <div align="center">Tipo distractor empleado</div> </td> </tr> <tr> <td>Rotura de distractor y avulsi&oacute;n de pines</td> <td><em>Rubio-Bueno</em> y cols.</td> <td> <div align="center">40</div> </td> <td> <div align="center">8 </div> </td> <td>Extraoral e intraoral unidireccionales</td> </tr> <tr> <td>&nbsp;</td> <td><em>Klein</em> y <em>Howaldt </em></td> <td> <div align="center">50</div> </td> <td> <div align="center">18 </div> </td> <td>Extraoral unidireccional y bidireccional</td> </tr> <tr> <td>Dolor ATM </td> <td><em>Guerrero</em> y cols. </td> <td> <div align="center">10 </div> </td> <td> <div align="center">10 </div> </td> <td>Intraoral unidireccional</td> </tr> <tr> <td>&nbsp;</td> <td><em>Klein</em> y <em>Howaldt</em></td> <td> <div align="center">71</div> </td> <td> <div align="center">7 </div> </td> <td>Extraoral bidireccional</td> </tr> <tr> <td>Limitaci&oacute;n apertura bucal </td> <td><em>Klein</em> y <em>Howaldt</em> </td> <td> <div align="center">20</div> </td> <td> <div align="center">18 </div> </td> <td>Extraoral unidireccional y bidireccional</td> </tr> <tr> <td>Cicatriz antiest&eacute;tica</td> <td><em>Ortiz Monasterio</em> y <em>Molina</em></td> <td> <div align="center">No define </div> </td> <td> <div align="center">71</div> </td> <td>Extraoral unidireccional y bidireccional</td> </tr> <tr> <td>Paresia rama marginal V p.c.</td> <td><em>Klein</em> y <em>Howaldt</em></td> <td> <div align="center">5,6</div> </td> <td> <div align="center">18 </div> </td> <td>Extraoral unidireccional y bidireccional</td> </tr> </table> <h4>Discusi&oacute;n <br> </h4> <p>En la tabla 1 se muestra que el tipo de distractor m&aacute;s utilizado fue el extraoral, pues permite ser mejor tolerado por los pacientes y sobre todo, posee mayor capacidad de distracci&oacute;n &oacute;sea y versatilidad de direccionamiento vectorial. <br> </p> <p>La distracci&oacute;n mandibular fue la que se trat&oacute; con mayor frecuencia. Esto se debe a que es asiento de m&uacute;ltiples patolog&iacute;as que producen hipoplasias, es f&aacute;cilmente abordable quir&uacute;rgicamente, posibilita de forma m&aacute;s sencilla la colocaci&oacute;n de distractores, presenta un generoso paquete vasculonervioso, lo que permite un mejor pron&oacute;stico quir&uacute;rgico en el manejo del callo &oacute;seo y la experiencia cl&iacute;nica nos demuestra que, generalmente, los s&iacute;ndromes o patolog&iacute;as que producen hipoplasias maxilomandibulares, tienen su m&aacute;xima expresi&oacute;n al nivel mandibular. </p> <p>No aparece ning&uacute;n estudio que realice un an&aacute;lisis oclusal cl&iacute;nico en el que efect&uacute;en mediciones oclusales; algunos autores refieren la correcci&oacute;n del resalte aumentado, por lo que el enfoque es mayormente est&eacute;tico y por apreciaci&oacute;n cl&iacute;nica. Ning&uacute;n autor realiz&oacute; mediciones cefalom&eacute;tricas lineales que le permitieran cuantificar el crecimiento del callo &oacute;seo y medir la presencia de recidiva. Igual situaci&oacute;n observamos en los 34 estudios de distracci&oacute;n realizadas en mand&iacute;bula, sin embargo, de los 11 estudios de distracciones osteog&eacute;nicas realizadas en el maxilar, encontramos 2 autores que refieren haber estudiado la variaci&oacute;n del hueso usando mediciones angulares; en estos casos se utiliz&oacute; el cefalograma de Steiner, lo cual represent&oacute; el 18,2 % de estos autores y el 4,4 % de los 45 autores estudiados. Esto nos demuestra que actualmente en el mundo no se est&aacute; realizando un an&aacute;lisis antropom&eacute;trico imagenol&oacute;gico que permita cualicuantificar el defecto &oacute;seo inicial y los resultados obtenidos a corto y largo plazo. Por esta raz&oacute;n, sugerimos la realizaci&oacute;n de un modelo de an&aacute;lisis antropom&eacute;trico para todos los pacientes a los que se les realice distracci&oacute;n osteog&eacute;nica, que nos permita medir con precisi&oacute;n los resultados obtenidos y evaluar la eficacia de la t&eacute;cnica empleada, sobre la base del an&aacute;lisis de recidiva esqueletal a largo plazo. <br> </p> <p>No encontramos reportes de avulsi&oacute;n o rotura de distractores extraorales de marca Leibinger o Syntence, quiz&aacute;s por ser de titanio, que permite una gran biocompatibilidad, o por las caracter&iacute;sticas de dise&ntilde;o de dichos distractores, los cuales son incluso m&aacute;s ligeros que los Tutlingen. Otra de las complicaciones encontradas fue el dolor de la articulaci&oacute;n temporomandibular (ATM) durante el per&iacute;odo de distracci&oacute;n, reportado por <em>Guerrero</em> y colaboradores en 10 paciente tratados con distractores intraorales unidireccionales. Esta complicaci&oacute;n est&aacute; dada por la aplicaci&oacute;n de la distracci&oacute;n en la l&iacute;nea media mandibular, para corregir la discrepancia hueso-diente negativa, lo que genera una rotaci&oacute;n de la superficie articular cond&iacute;lea y la remodelaci&oacute;n posterior del c&oacute;ndilo, el cual se reestablece perfectamente a largo plazo, seg&uacute;n los exhaustivos estudios realizados por este autor. <em>Klein</em> y <em>Howaldt</em>, en un estudio de 7 pacientes con distractores extraorales unidireccionales, reportan esta complicaci&oacute;n en el 71 % de los pacientes tratados. <em>Guerrero</em> y colaboradores refieren en sus estudios que el dolor en la ATM durante el uso de distractores extraorales puede estar dado por la aplicaci&oacute;n de angulaci&oacute;n intervectorial en sentido anteroposterior mayor de 14 grados, lo cual se traduce en modificaciones en el punto de apoyo de la superficie articular del c&oacute;ndilo. <em>Klein </em>y <em>Howaldt</em> reportaron tambi&eacute;n disminuci&oacute;n de la apertura bucal en el 20 % de los 18 pacientes estudiados. <br> </p> <p><em>Fisher</em> y <em>McCarthy</em> estudiaron el comportamiento de la s&iacute;ntesis proteica en la musculatura masticatoria durante la distracci&oacute;n mandibular y demostraron, al estudiar la miosarc&oacute;mera por microscopia electr&oacute;nica, que durante la distracci&oacute;n se genera una hipoquinesia ant&aacute;lgica que genera atrofia de la musculatura por disminuci&oacute;n de la s&iacute;ntesis proteica, lo cual genera limitaci&oacute;n de la apertura bucal que se revierte al restablecerse la actividad muscular. Otras complicaciones con menos relevancia num&eacute;rica fueron reportadas, como la cicatriz hipertr&oacute;fica, mencionada por <em>Ortiz Monasterio</em> y <em>Molina</em>, pero no cuantificada, as&iacute; como la paresia del nervio marginal del V par craneal.</p> <p>Para concluir este trabajo se puede plantear que: <br> </p> <ul> <li>Los cambios favorables est&eacute;ticos y funcionales hacen de la osteog&eacute;nesis por distracci&oacute;n el m&eacute;todo de elecci&oacute;n en el tratamiento de las deformidades por defecto del macizo maxilofacial. </li> <li>De las series estudiadas, el mayor n&uacute;mero de autores reporta el uso de distractores extraorales, y el hueso m&aacute;s tratado fue la mand&iacute;bula. </li> <li>Los autores utilizaron la evaluaci&oacute;n cl&iacute;nica como el m&eacute;todo de seguimiento y diagn&oacute;stico por elecci&oacute;n; ninguno report&oacute; haber realizado mediciones cefalom&eacute;tricas lineales, y un peque&ntilde;o porcentaje realiz&oacute; mediciones angulares, lo cual demuestra la necesidad de implementar una metodolog&iacute;a de an&aacute;lisis cefalom&eacute;trico, para el mejor estudio y seguimiento de estos casos. </li> <li>Las complicaciones mayormente reportadas fueron la rotura del distractor o avulsi&oacute;n parcial de sus pines, el dolor en la ATM y la limitaci&oacute;n temporal de la apertura bucal.</li> </ul> <h4>Summary</h4> <p><strong>OSTEOGENESIS BY MAXILLOMANDIBULAR SKELETAL DISTRACTION. ANALYSIS OF THIS NOVEL THERAPEUTICS</strong></p> <p>The process of generation of a new bone by lengthening the osteal callus is called osteogenesis by distraction. This process is also applied to bones of the craniofacial skeleton and, specially, to the mandible to treat mandibular defects appearing in different syndromes, such as Treacher Collins, hemifacial microsomy, Pierre Robins, obstructive sleeping apnea, and other deformities secondary to ankylosis of the temporomandibular joint and traumas. A bibliographic review of the topic was made. Our study of 45 series published showed that the extraoral was the most used type of distractor, that the mandible was the most treated bone, that only 4.4 % of the authors conduct cephalometric studies to evaluate the results, and that partial avulsion of the pins, pain in the TMA and limitation to open the mouth were the most frequent complications. <br> </p> <p><i>Key words</i>: Osteogenesis by distraction, maxillomandibular distraction, saurgical technique. <br> </p> <h4>Referencias bibliogr&aacute;ficas <br> </h4> <!-- ref --><p> 1. Schendel SA, Neegard JH. Mathematical model for mandibular distraction osteogenesis. J Craneofac Surg 1996;7:465-8. <!-- ref --><p> 2. Costantino P, Jackson IT, Bushbinder D. Mandibular distraction osteogenesis: Types, applications and indications. J Craneofac Surg 1996;7:404-7. <!-- ref --><p> 3. Rachmiel A, Jackson IT, Potparic Z, Laufer D. Midface advancement in sheep by gradual distraction. 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Ciudad de La Habana, Cuba. e-mail: <a href="mailto:dadonim.vila@infomed.sid.cu ">dadonim.vila@infomed.sid.cu </a></p> <p></p> <p><span class="superscript"><a href="#autor">1</a></span><a href="#autor">Especialista de I Grado en Cirug&iacute;a Maxilofacial. Jefe del Equipo Multidisciplinario de Cirug&iacute;a Craneofacial. <br> <span class="superscript">2</span>Especialista de II Grado en Cirug&iacute;a Maxilofacial. Jefa del Servicio de Cirug&iacute;a Maxilofacial.</a><a name="cargo"></a></p>

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