Injertos óseos: Una alternativa efectiva y actual para la reconstrucción del complejo cráneo-facialBONE GRAFTS: AN EFFECTIVE AND CURRENT ALTERNATIVE FOR THE RECONSTRUCTION OF THE CRANIOFACIAL COMPLEX
Abstract:

El empleo de injertos óseos como alternativa de reconstrucción de defectos óseos, ya sean congénitos u ocasionados como traumatismos, secuelas oncológicas e infecciosas, tienen como finalidad restablecer la integridad anatómica y funcional de una estructura alterada. Durante décadas, los investigadores se han dado a la tarea de encontrar en los injertos ciertas características que respondan a cada una de las necesidades de reconstrucción; este hecho a llevado a estudiar y comparar los beneficios de algunas estructuras óseas potencialmente donadoras, que incrementen las probabilidades de éxito del tratamiento y disminuyan considerablemente los posibles riesgos y complicaciones durante la toma del injerto. De igual manera, se han estudiado diversos materiales implantológicos, sin embargo, estos no poseen la capacidad natural de inducir el proceso de regeneración ósea, haciendo de ellos materiales inertes biocompatibles de "relleno", que no sustituyen las características de los injertos, pero utilizados conjuntamente si así se requiere, pueden mejorar los resultados. El presente trabajo plantea la utilización de injertos óseos como una alternativa viable, efectiva y actual en materia de reconstrucción.

The use of bone grafts as an alternative to reconstruct osteal congenital or caused defects, such as traumatisms, oncological and infectious sequelae, is aimed at restoring the anatomical and functional integrity of an altered structure. During decades, investigators have tried to find in grafts certain characteristics that response to each of the reconstruction needs. This fact has led to the study and comparison of the benefits of some osteal structures that are potential donors and may increase the chances of success and considerably reduce the possible risks and complications during the graft taking. Likewise, diverse implantation materials have been studied, but they do not have the natural capacity to induce the osteal regeneration process, which makes them inert biocompatible "filling" materials that do not substitute the characteristics of the grafts, but they can improve the results if they are used together. The present paper recommends the use of bone grafts as a viable, effective and current alternative as regards reconstruction.

Keywords:
    • Injertos;
    • injertos óseos;
    • complejo cráneo-facial;
    • huesos;
    • cresta ilíaca;
    • costilla;
    • Grafts;
    • bone grafts;
    • craniofacial complex;
    • bones;
    • iliac crest;
    • rib..
<h3>Art&iacute;culos de revisi&oacute;n </h3> <p>Universidad FES Zaragoza, M&eacute;xico </p> <h2>Injertos &oacute;seos. Una alternativa efectiva y actual para la reconstrucci&oacute;n del complejo cr&aacute;neo-facial </h2> <p><a href="#cargo">CD. CMF. Sergio Soto G&oacute;ngora<span class="superscript">1</span> y CD. Miriam Guadalupe Texis Gonz&aacute;lez<span class="superscript">2</span></a><span class="superscript"><a name="autor"></a></span></p> <h4>Resumen</h4> <p>El empleo de injertos &oacute;seos como alternativa de reconstrucci&oacute;n de defectos &oacute;seos, ya sean cong&eacute;nitos u ocasionados como traumatismos, secuelas oncol&oacute;gicas e infecciosas, tienen como finalidad restablecer la integridad anat&oacute;mica y funcional de una estructura alterada. Durante d&eacute;cadas, los investigadores se han dado a la tarea de encontrar en los injertos ciertas caracter&iacute;sticas que respondan a cada una de las necesidades de reconstrucci&oacute;n; este hecho a llevado a estudiar y comparar los beneficios de algunas estructuras &oacute;seas potencialmente donadoras, que incrementen las probabilidades de &eacute;xito del tratamiento y disminuyan considerablemente los posibles riesgos y complicaciones durante la toma del injerto. De igual manera, se han estudiado diversos materiales implantol&oacute;gicos, sin embargo, estos no poseen la capacidad natural de inducir el proceso de regeneraci&oacute;n &oacute;sea, haciendo de ellos materiales inertes biocompatibles de &quot;relleno&quot;, que no sustituyen las caracter&iacute;sticas de los injertos, pero utilizados conjuntamente si as&iacute; se requiere, pueden mejorar los resultados. El presente trabajo plantea la utilizaci&oacute;n de injertos &oacute;seos como una alternativa viable, efectiva y actual en materia de reconstrucci&oacute;n. </p> <p><em>Palabras clave</em>: Injertos, injertos &oacute;seos, complejo cr&aacute;neo-facial, huesos, cresta il&iacute;aca, costilla</p> <p>El primer indicio del empleo de injertos &oacute;seos para la reconstrucci&oacute;n de defectos &oacute;seos data de 1668, cuando <i>Van Meekren</i> trasplant&oacute; hueso heter&oacute;logo de un perro al hombre para restaurar un defecto en el cr&aacute;neo. En 1809 <i>Merrem</i>, realiz&oacute; el primer trasplante de injerto aut&oacute;logo &oacute;seo con &eacute;xito. En 1878 <i>Macewen</i>, seg&uacute;n se informa, trasplant&oacute; con &eacute;xito un hueso alog&eacute;nico en humanos. En 1891 <i>Bardenheur</i> fue el primero en realizar un injerto de hueso aut&oacute;logo a la mand&iacute;bula. En 1908, <i>Payr</i> describi&oacute; el uso de trasplantes libres de tibia y costilla. En 1938 <i>Orell </i>produjo un material de injerto de hueso bovino por medio del uso de &aacute;lcalis fuerte, y en 1942 <i>Wilson</i>, cre&oacute; un banco de huesos usando t&eacute;cnicas de congelaci&oacute;n. </p> <p>De acuerdo con los resultados obtenidos de estas investigaciones, se realiz&oacute; la clasificaci&oacute;n actual de injertos de acuerdo con su origen y estructura, con el prop&oacute;sito de establecer algunas de sus caracter&iacute;sticas m&aacute;s importantes, que permitan al cirujano realizar la elecci&oacute;n adecuada basado en las necesidades estructurales y funcionales requeridas. Seg&uacute;n estos criterios, los injertos han sido clasificados en:</p> <ul> <li>Aut&oacute;logos (autoinjertos): este tipo de injerto se compone por tejido tomado del mismo individuo, y proporciona mejores resultados, ya que es el &uacute;nico que cumple con los 3 mecanismos de regeneraci&oacute;n &oacute;sea (osteog&eacute;nesis, osteoinducci&oacute;n y osteoconducci&oacute;n), adem&aacute;s evita la transmisi&oacute;n de enfermedades y el rechazo inmunol&oacute;gico.</li> <li>Hom&oacute;logos (aloinjertos): se componen de tejido tomado de un individuo de la misma especie, no relacionado gen&eacute;ticamente con el receptor; cuenta con capacidad osteoinductiva y osteoconductora, y seg&uacute;n <i>Betts</i> &quot;se comporta como una estructura que permitir&aacute; la neoformaci&oacute;n &oacute;sea a partir del remplazo gradual que sufre el injerto por el hueso del hu&eacute;sped, haciendo este proceso lento y con considerable perdida de volumen&quot;.<span class="superscript">1</span> Existen 3 tipos de aloinjertos &oacute;seos: congelados, desecados (liofilizados) y desmineralizados. </li> <li>Isog&eacute;nicos (isoinjertos): se componen por tejido tomado de un individuo gen&eacute;ticamente relacionado con el individuo receptor.</li> <li>Heter&oacute;logos (xenoinjertos): se componen de tejido tomado de un donador de otra especie, adem&aacute;s cl&iacute;nicamente no son aceptables debido a su gran antigenicidad.<span class="superscript">1-4</span></li> </ul> <p>En cuanto a su estructura, los injertos &oacute;seos pueden ser: corticales y esponjosos; cada uno posee determinadas caracter&iacute;sticas y cualidades. La estructura cortical produce un buen relleno mec&aacute;nico debido a su composici&oacute;n, ya que se puede adaptar y contornear f&aacute;cilmente. Para su &oacute;ptima funci&oacute;n debe ser correctamente fijado al lecho receptor, por medio de placas o tornillos a presi&oacute;n; la estructura esponjosa se fusiona m&aacute;s r&aacute;pidamente al lecho receptor debido a que los grandes espacios abiertos que presenta, permiten una r&aacute;pida revascularizaci&oacute;n propiciando la neoformaci&oacute;n &oacute;sea; sin embargo, tiene ciertas limitantes, ya que no tiene suficiente resistencia mec&aacute;nica para tolerar tensiones en defectos de gran tama&ntilde;o. Es por ello que la uni&oacute;n natural de una l&aacute;mina cortical y esponjosa proporcionan mejores resultados colocando la porci&oacute;n trabecular contra el hu&eacute;sped y la cortical hacia la superficie externa. Sin embargo, se han considerado otras variedades de injertos &oacute;seos, tales como: m&eacute;dula, part&iacute;culas, y pasta de hueso, entre otros.</p> <p>Los injertos &oacute;seos son los &uacute;nicos que tienen la particularidad de inducir de manera natural el proceso de regeneraci&oacute;n &oacute;sea, que ocurre a partir de estos 3 mecanismos b&aacute;sicos:</p> <ul> <li><i>Osteog&eacute;nesis</i>: depende exclusivamente de la supervivencia de las c&eacute;lulas trasplantadas, principalmente de los preosteoblastos y osteoblastos. Se origina principalmente en hueso esponjoso, debido a su r&aacute;pida revascularizaci&oacute;n, que puede ser completa a las 2 semanas, mientras que en el cortical puede llevar varios meses. </li> <li><i>Osteoinducci&oacute;n</i>: se inicia por medio de la transformaci&oacute;n de c&eacute;lulas mesenquimales indiferenciadas perivasculares de la zona receptora, a c&eacute;lulas osteoformadoras en presencia de mol&eacute;culas reguladoras del metabolismo &oacute;seo. Dentro de estas mol&eacute;culas cabe destacar el grupo de las prote&iacute;nas morfogen&eacute;ticas, pero tambi&eacute;n se encuentran otra serie de prote&iacute;nas implicadas en el metabolismo &oacute;seo, como son el PDGF16, 17, FGF18, 19, IGF20, 21, 22, 23, 24, 25, EGF26, 27, TGF14, 15 y VEGF15. La fuente de estas prote&iacute;nas son los injertos aut&oacute;logos, el plasma rico en factores de crecimiento y las prote&iacute;nas morfogen&eacute;ticas obtenidas mediante t&eacute;cnicas de ingenier&iacute;a gen&eacute;tica. La prote&iacute;na morfogen&eacute;tica, que se deriva de la matriz mineral del injerto, es reabsorbida por los osteoclastos y act&uacute;a como mediador de la osteoinducci&oacute;n; esta y otras prote&iacute;nas deben ser removidas antes del inicio de esta fase, que comienza 2 semanas despu&eacute;s de la cirug&iacute;a y alcanza un pico entre las 6 semanas y los 6 meses, para decrecer progresivamente despu&eacute;s.<span class="superscript">4-6</span></li> <li><i>Osteoconducci&oacute;n</i>: es un proceso lento y prolongado, donde el injerto tiene la funci&oacute;n de esqueleto. Este tipo de curaci&oacute;n predomina sobre todo en los injertos corticales, donde el injerto es progresivamente colonizado por vasos sangu&iacute;neos y c&eacute;lulas osteoprogenitoras de la zona receptora, que van lentamente reabsorbi&eacute;ndolo y depositando nuevo hueso.</li> </ul> <p>Las 3 fases (osteog&eacute;nesis, osteoinducci&oacute;n y osteoconducci&oacute;n), ocurren simult&aacute;neamente siempre y cuando se trate de un injerto aut&oacute;logo trabecular, cortico-trabecular o cortical. El hueso trabecular induce el proceso de osteog&eacute;nesis. El cortico-trabecular adem&aacute;s de ser &uacute;til para la reconstrucci&oacute;n anat&oacute;mica, provee la mayor parte de la prote&iacute;na osteog&eacute;nica, de gran importancia en la segunda fase de la cicatrizaci&oacute;n &oacute;sea. La cortical sola como injerto provee una estructura muy resistente, para su cicatrizaci&oacute;n se da &uacute;nicamente la fase de osteoconducci&oacute;n, adem&aacute;s puede actuar como barrera de invasi&oacute;n del tejido blando, comport&aacute;ndose de manera similar a una membrana microporosa utilizada para la regeneraci&oacute;n &oacute;sea guiada. <span class="superscript">5,7</span></p> <p>El rechazo inmunol&oacute;gico, representa un problema com&uacute;n y latente principalmente con aloinjertos y xenoinjertos; es el resultado de la reacci&oacute;n celular del hu&eacute;sped a los ant&iacute;genos trasplantados. Los ant&iacute;genos responsables de este rechazo son los pertenecientes al sistema del ant&iacute;geno de histocompatibilidad mayor. Sin embargo, el empleo de algunos m&eacute;todos pueden prolongar la supervivencia del injerto, como el tratamiento con inmunosupresores, que se ha convertido en una necesidad pr&aacute;ctica en todas las combinaciones donante-receptor. En la actualidad se utilizan como agentes inmunosupresores la azatioprina, los corticosteroides, la ciclosporina, las globulinas antilinfocitarias y los anticuerpos mononucleares anti-c&eacute;lulas T. </p> <p>A pesar de que la inmunosupresi&oacute;n ha permitido lograr grandes avances en la supervivencia de los injertos, tambi&eacute;n tiene grandes contratiempos, ya que aumenta la sensibilidad a las infecciones oportunistas provocadas por hongos, virus y otros microorganismos.<span class="superscript">8</span> Es por ello que la similitud gen&eacute;tica entre el receptor y el donador de un tejido trasplantado, parece ser el principal factor responsable del &eacute;xito del injerto. Tal es el caso del isoinjerto, pero principalmente del autoinjerto, por ello este &uacute;ltimo es considerado como el injerto id&oacute;neo de reconstrucci&oacute;n de primera elecci&oacute;n, ya que cumple con los siguientes criterios:</p> <ul> <li>Son biol&oacute;gicamente aceptables, es decir, no provocan ning&uacute;n tipo de respuesta inmunol&oacute;gica adversa.</li> <li>Inducen de forma activa el proceso osteog&eacute;nico.</li> <li>Se puede obtener estructura cortical, esponjosa o cortico-esponjosa, que sea capaz de soportar las fuerzas mec&aacute;nicas producidas en el sitio quir&uacute;rgico, adem&aacute;s de contribuir al soporte interno de la zona. </li> </ul> <p>Adem&aacute;s, con el objetivo de incrementar las probabilidades de &eacute;xito del injerto, es necesario realizar un manejo adecuado durante la toma del injerto, as&iacute; como una cuidadosa manipulaci&oacute;n extracorp&oacute;rea del mismo, a manera de incrementar la viabilidad de las c&eacute;lulas osteog&eacute;nicas supervivientes, para lo cual es conveniente:</p> <ul> <li>Evitar el calentamiento &oacute;seo por fricci&oacute;n generado mediante la osteotom&iacute;a y ostectom&iacute;a de la toma del injerto, y el remodelado de este; no deber&aacute; sobrepasar los 42 &ordm;C.</li> <li>Se deber&aacute; preservar el periostio, ya que este posee un gran potencial osteog&eacute;nico.</li> <li>Conservar en un medio adecuado al injerto, ya que el potencial osteog&eacute;nico del injerto se pierde si se mantiene expuesto al aire durante m&aacute;s de media hora e inmerso en suero salino por m&aacute;s de una hora, o si es sumergido en soluciones antibi&oacute;ticas como bacitrina o neomicina.</li> <li>Fijar al injerto mediante tornillos de compresi&oacute;n al lecho receptor, para disminuir la reabsorci&oacute;n del injerto.<span class="superscript">4,10,11</span></li> <li>El sitio receptor debe estar libre de contaminaci&oacute;n para evitar la infecci&oacute;n.<span class="superscript">11</span></li> </ul> <p>La elecci&oacute;n del sitio donador debe realizarse tomando en cuenta algunos factores importantes como: el tama&ntilde;o del injerto requerido, el tipo de estructura &oacute;sea adecuada, la conformaci&oacute;n anat&oacute;mica, la cicatriz del sitio donador, el acceso al sitio donador, los posibles inconvenientes, complicaciones y secuelas del sitio donador y la habilidad del cirujano, entre otros. Actualmente el manejo de diferentes regiones potencialmente donadoras, facilita la toma del injerto y la reconstrucci&oacute;n anat&oacute;mica. En este trabajo se propone el empleo de injertos tomados de: costilla, cresta il&iacute;aca, calota, di&aacute;fisis tibial, radio, maxilar (tuberosidad, espina nasal anterior y pared anterior del seno maxilar), mand&iacute;bula (cuerpo, rama y s&iacute;nfisis mentoniana). </p> <p>A continuaci&oacute;n se mencionaran algunas de las caracter&iacute;sticas, beneficios y posibles complicaciones de cada una de las regiones anteriormente citadas, dejando al criterio del cirujano la t&eacute;cnica y empleo de los injertos &oacute;seos en materia de reconstrucci&oacute;n. Por otra parte, algunos autores refieren que &quot;las zonas donantes de injertos &oacute;seos m&aacute;s empleadas en cirug&iacute;a craneofacial son: calota craneal, cresta il&iacute;aca y costilla&quot;.<span class="superscript">4</span></p> <p></p> <h4>Injerto &oacute;seo costal</h4> <p>La toma de injerto costal ha sido el sitio de mayor elecci&oacute;n durante d&eacute;cadas; su principal ventaja radica en que se pueden obtener grandes bloques cortico-esponjosos de hasta 10 a 15cm, adem&aacute;s su gran maleabilidad lo hace f&aacute;cilmente adaptable a las complejas formas del esqueleto craneofacial, en tanto que su principal desventaja es la gran reabsorci&oacute;n que sufre el injerto seg&uacute;n se reporta en algunas investigaciones, adem&aacute;s de las posibles complicaciones operatorias y posoperatorias, como el neumot&oacute;rax, dolor pleur&iacute;tico y depresiones en el t&oacute;rax, entre otras.<span class="superscript">4</span></p> <p><strong>Toma de injerto costal</strong></p> <p></p> <ul> <li>La extensi&oacute;n de la incisi&oacute;n var&iacute;a seg&uacute;n la proporci&oacute;n del tejido que se pretenda obtener, se disecan los m&uacute;sculos pectoral mayor, menor, serrato anterior y hacia la parte posterior el dorsal ancho, se preserva intacto el periostio (figs. 1-3).<span class="superscript">10</span></li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0105105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0105105.jpg" width="177" height="131" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f0205105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0205105.jpg" width="181" height="134" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 1. Dise&ntilde;o de la incisi&oacute;n. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;Fig. 2. Incisi&oacute;n.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0305105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0305105.jpg" width="219" height="163" border="0"></a></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p align="center">Fig. 3. Disecci&oacute;n y exposici&oacute;n de la s&eacute;ptima costilla.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; </p> <ul> <li>La extracci&oacute;n del injerto se realiza por medio de cizallas seccionando en cada uno de los extremos, se realizan los cuidados necesarios evitando perforar la cavidad pleural (fig. 4). <br> </li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0405105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0405105.jpg" width="217" height="160" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 4. Injerto costal. </p> <ul> <li>Sutura por planos, aproximando los m&uacute;sculos seccionados sobre el lecho costal (fig. 5).</li> </ul> <p align="center"><a href="f0505105.jpg"><img src="f0505105.jpg" width="231" height="171" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 5 Sutura. </p> <p></p> <p></p> <h4>Injerto &oacute;seo de cresta il&iacute;aca</h4> <p>Seg&uacute;n la experiencia de diversos autores que han utilizado varios tipos de injertos &oacute;seos como el de calota, clav&iacute;cula, costilla y cresta il&iacute;aca, refieren que &eacute;ste &uacute;ltimo es el que tiene mejores resultados e integraci&oacute;n.<span class="superscript">12,13</span></p> <p>Existen diferentes t&eacute;cnicas para la obtenci&oacute;n de injerto de cresta il&iacute;aca (toma de espina il&iacute;aca anterior superior, toma de part&iacute;culas de m&eacute;dula y toma il&iacute;aca de espesor total). Estas dependen del tipo de estructura &oacute;sea que se pretenda obtener, como bloques cortico-esponjosos de 12 a 14 cm, hasta grandes cantidades de m&eacute;dula &oacute;sea (50 cc), que pueden ser utilizadas para aumentar contornos, estabilizar hendiduras, obturar grietas alveolares, as&iacute; como reconstruir diversos defectos &oacute;seos. Entre las posibles complicaciones posquir&uacute;rgicas que se pueden presentar est&aacute;n: dolor, dificultad para caminar, parestesia temporal o permanente del nervio femoral cut&aacute;neo, defectos del contorno de la cresta, &iacute;leo paral&iacute;tico, entre otros. Para ello es necesario tomar en cuenta algunas consideraciones durante la toma del injerto como: evitar lesionar el nervio femoral cut&aacute;neo, por lo que la incisi&oacute;n debe realizarse hacia un lado y oblicuamente con respecto a la cresta il&iacute;aca, adem&aacute;s si el borde de la cresta no es necesaria para la reconstrucci&oacute;n, se utiliza un segmento por debajo de la cresta, abordando la parte medial del hueso.<span class="superscript">2,4,11,12,14,15 </span> <br> </p> <p>La siguiente t&eacute;cnica ilustra la toma de injerto de la espina il&iacute;aca anterior superior.</p> <p></p> <p><strong>Toma de injerto de cresta il&iacute;aca </strong></p> <ul> <li>Se realiza una incisi&oacute;n oblicua con orientaci&oacute;n inferior y posterior a la cresta il&iacute;aca, a 1 cm del dorso de la espina y de una longitud aproximada de 5 cm, se seccionan las inserciones anteriores de los m&uacute;sculos abdominales oblicuo externo e interno y un segmento de la facia del tensor lat&aacute;e, hasta llegar al periostio. El paquete v&aacute;sculo- nervioso cut&aacute;neo femoral lateral y el nervio cut&aacute;neo femoral lateral son las &uacute;nicas estructuras que no deben ser da&ntilde;adas durante la disecci&oacute;n (figs.6 y 7).</li> </ul> <p align="center">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f0605105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0605105.jpg" width="230" height="171" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 6. Incisi&oacute;n.</p> <p align="center"></p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0705105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0705105.jpg" width="211" height="195" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 7. Disecci&oacute;n. <br> </p> <ul> <li>Se realiza un corte con osteot&oacute;mo, aproximadamente a 2 cm del borde de la cresta, produciendo una fractura de la cortical dejando expuesto el hueso esponjoso (figs. 8 y 9).</li> </ul> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p align="center">&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f0805105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0805105.jpg" width="223" height="165" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 8.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f0905105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f0905105.jpg" width="218" height="162" border="0"></a></p> <p align="center">Fig.9. Extracci&oacute;n de hueso esponjoso. <br> </p> <ul> <li>Se seccionan las tablas &oacute;seas, por medio del osteot&oacute;mo, para obtener un injerto de tipo cortical (figs. 10-12).</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f1005105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1005105.jpg" width="190" height="137" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f1105105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1105105.jpg" width="174" height="140" border="0"></a></p> <p align="center"> &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 10. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 11. Tablas corticales. <br> <br> <a href="/img/revistas/est/v42n1/f1205105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1205105.jpg" width="176" height="143" border="0"></a> </p> <p align="center">Fig. 12. Sutura por planos.</p> <h4></h4> <h4></h4> <h4>Injerto &oacute;seo de calota craneal</h4> <p>&quot;Actualmente los injertos de hueso aut&oacute;geno tomados de la b&oacute;veda craneana se han convertido en los m&aacute;s solicitados en cirug&iacute;a craneofacial&quot;.<span class="superscript">16</span> La extracci&oacute;n de hueso parietal u occipital de espesor total o parcial, han constituido un injerto de excelente calidad para un gran n&uacute;mero de procedimientos reconstructivos del complejo craneofacial, debido a que los injertos de origen membranoso, han demostrado cl&iacute;nica y experimentalmente tener un &iacute;ndice de reabsorci&oacute;n muy por debajo de su hom&oacute;logo endocondral, manteniendo as&iacute; el volumen inicial del injerto. Los injertos craneales de espesor total deben tomarse en colaboraci&oacute;n con un neurocirujano.<span class="superscript">2,4,14,16,17</span></p> <p>Algunas ventajas adicionales de esta zona son la ausencia de dolores posoperatorios (en relaci&oacute;n con la toma de cresta il&iacute;aca o de costilla), adem&aacute;s la cicatriz queda oculta por el pelo; la principal desventaja del injerto es la dificultad de modelarlo debido a su gran componente cortical. <i>Tessier</i> ha propuesto para esto conservar el periostio en su cara externa, para que sirva de soporte a las microfracturas que se producen al contornear estos injertos. Las complicaciones posibles son: hematoma epidural o subdural, seroma, f&iacute;stula del l&iacute;quido cefalorraqu&iacute;deo, da&ntilde;o cerebral, dehiscencia de la herida, rasgadura de la duramadre, hemorragia aracnoidea e infecci&oacute;n de la herida.<span class="superscript">4,14</span></p> <p>Seg&uacute;n algunos estudios experimentales realizados por <i>D&iacute;az Fern&aacute;ndez</i> y colaboradores, demostraron que con el m&eacute;todo de extracci&oacute;n del injerto con divisi&oacute;n <em>in situ</em>, se ofrecieron mejores posibilidades de reconstrucci&oacute;n en cuanto a forma, volumen y flexibilidad, por lo que se recomienda en defectos peque&ntilde;os y medianos sobre todo en la regi&oacute;n frontal y &aacute;reas adyacentes, en donde el contorno y la simetr&iacute;a son los 2 aspectos fundamentales que se deben conseguir. </p> <p><strong>Toma de injerto de calota craneal</strong></p> <p></p> <ul> <li>Cuando se requieren cantidades peque&ntilde;as de hueso se limita la incisi&oacute;n y la disecci&oacute;n, se aborda la regi&oacute;n parieto-occipital, descubriendo la cortical externa (figs. 13-15).</li> <li>Se realizan osteotom&iacute;as para delimitar el injerto de espesor parcial, con riguroso cuidado para no lesionar estructuras internas (fig. 16)</li> </ul> <p align="center">&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f1305105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1305105.jpg" width="203" height="135" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f1405105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1405105.jpg" width="186" height="135" border="0"></a></p> <p align="center">Figs. 13 y 14. Preoperatorio, regi&oacute;n parieto-occipital.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f1505105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1505105.jpg" width="169" height="150" border="0"></a>&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f1605105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1605105.jpg" width="116" height="148" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 15. Incisi&oacute;n y disecci&oacute;n. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 16. Osteotom&iacute;a. <br> </p> <ul> <li>Por medio de elevadores se toma la cortical externa, dejando expuesto el hueso trabecular que une ambas tablas &oacute;seas (figs. 17-20).</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f1705105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1705105.jpg" width="151" height="174" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f1805105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1805105.jpg" width="139" height="177" border="0"></a></p> <p align="center">&nbsp;&nbsp;Fig. 17. Extracci&oacute;n del injerto de espesor parcial.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 18. Lecho quir&uacute;rgico, cortical interna.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f1905105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f1905105.jpg" width="163" height="142" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f2005105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2005105.jpg" width="263" height="140" border="0"></a></p> <p align="left">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;Fig. 19. Injerto cortical de espesor parcial. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 20. Sutura. <br> </p> <h4>Injerto &oacute;seo de di&aacute;fisis tibial </h4> <p>La tibia es el segundo hueso m&aacute;s largo del cuerpo, localizado en la cara interna de la pierna, se articula con el f&eacute;mur, peron&eacute; y tal&oacute;n. Entre las principales ventajas que ofrece esta zona donadora, son la extracci&oacute;n del injerto bajo anestesia regional, pudiendo obtener bloques de hueso cortico-esponjoso con acceso al canal m&eacute;dular; su ex&eacute;resis no condiciona trastornos funcionales si se conservan de 5 a 8 cm proximales en cada uno de sus extremos, para estabilizar tanto la rodilla como el tobillo, se pueden transferir de 20 a 25 cm de hueso cortical.<span class="superscript">17</span></p> <p><strong>Toma de injerto de di&aacute;fisis tibial</strong></p> <p> </p> <ul> <li>Se realiza una incisi&oacute;n y se disecan los tejidos sobre la cara externa de la pierna, con objeto de que la incisi&oacute;n no se ubique sobre la cresta tibial, debido a que en esta zona la tibia solo esta recubierta por piel, un fino pan&iacute;culo adiposo y aponeurosis, por dicha raz&oacute;n, las cicatrices sobre la cresta son dolorosas y la sutura por planos es dif&iacute;cil por la escasez de tejido (fig. 21). (<i>Lonato Ponce JA, Parada Mediana A</i>. Alternativas en reconstrucci&oacute;n mandibular. Tesis. UNAM. FES-Zaragoza; 2002).</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f2105105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2105105.jpg" width="190" height="140" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 21. Incisi&oacute;n.</p> <p></p> <ul> <li>Se realizan m&uacute;ltiples osteotom&iacute;as para delimitar el injerto (figs. 22 y 23).</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f2205105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2205105.jpg" width="208" height="155" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f2305105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2305105.jpg" width="212" height="156" border="0"></a></p> <p align="center"> Fig. 22. Osteotom&iacute;a. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig.23. Delimitaci&oacute;n del injerto. </p> <ul> <li>Por medio de cinceles se libera la cortical conservando el injerto en un contenedor con suero fisiol&oacute;gico y se sutura por planos (figs. 24 y 25).</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f2405105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2405105.jpg" width="194" height="145" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f2505105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2505105.jpg" width="195" height="143" border="0"></a></p> <p>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 24. Extracci&oacute;n del injerto. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 25. Sutura.</p> <p></p> <h4>Injerto &oacute;seo radial</h4> <p>Es un hueso largo del antebrazo, se encuentra dispuesto paralelamente al c&uacute;bito; su extremidad proximal es peque&ntilde;a y forma parte de la articulaci&oacute;n del codo, en tanto el extremo distal es grande y forma parte de la articulaci&oacute;n de la mu&ntilde;eca. De esta regi&oacute;n se puede obtener un bloque cortico-esponjoso de hasta 8 cm con acceso al canal medular (fig. 26).</p> <p>&nbsp;</p> <h6>Toma de injerto radial</h6> <ul> <li>Se efect&uacute;a la incisi&oacute;n de aproximadamente 2 cm sobre la cara anterior del radio, proximal a la l&iacute;nea metafisiaria (figs. 26 y 27).</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f2605105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2605105.jpg" width="190" height="140" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f2705105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2705105.jpg" width="189" height="140" border="0"></a></p> <p align="left">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 26. Preoperatorio. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 27. Incisi&oacute;n.</p> <ul> <li>Se realiza la disecci&oacute;n de m&uacute;sculos y tejidos blandos, descubriendo el periostio (figs. 28 y 29). </li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f2805105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2805105.jpg" width="191" height="142" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f2905105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f2905105.jpg" width="189" height="139" border="0"></a></p> <p>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 28. M&uacute;sculo extensor de la mu&ntilde;eca&nbsp;y los dedos.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 29. Disecci&oacute;n de tejidos. <br> </p> <ul> <li>Se realizan m&uacute;ltiples osteotom&iacute;as para delimitar al injerto. Posteriormente por medio de cinceles se extrae la cortical, dejando expuesto el canal medular (figs. 30-33).</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f3005105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3005105.jpg" width="193" height="143" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f3105105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3105105.jpg" width="196" height="144" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 30. Osteotom&iacute;as.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Fig. 31. Ostectom&iacute;a.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f3205105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3205105.jpg" width="183" height="136" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f3305105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3305105.jpg" width="187" height="137" border="0"></a></p> <p>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 32. Exposici&oacute;n del injerto cortical y medular. &nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 33. Sutura por planos.</p> <p></p> <p></p> <h4>Injerto &oacute;seo mandibular (rama)</h4> <p>El injerto de rama mandibular es ideal para la reconstrucci&oacute;n de defectos &oacute;seos de peque&ntilde;o tama&ntilde;o. De esta zona se pueden obtener l&aacute;minas de hueso cortical y esponjoso de hasta 2,5 cm. Su empleo ofrece grandes ventajas, ya que no deja cicatriz externa, conserva las estructuras vitales de la zona, no altera la funci&oacute;n muscular ni articular y el acceso permite una visi&oacute;n amplia (figs. 34 y 35).<span class="superscript">18</span></p> <p>Este procedimiento debe llevarse a cabo de acuerdo con los tiempos quir&uacute;rgicos representados en las figuras 34-37, previa asepsia, antisepsia y anestesia regional.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f3405105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3405105.jpg" width="199" height="147" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f3505105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3505105.jpg" width="194" height="144" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 34 y 35. Previo dise&ntilde;o del injerto.</p> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f3605105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3605105.jpg" width="196" height="140" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f3705105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3705105.jpg" width="178" height="142" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 36. Incisi&oacute;n y disecci&oacute;n. &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 37. Osteotom&iacute;as. </p> <ul> <li>Este procedimiento se realiza bajo anestesia regional.</li> <li>Se realiza una incisi&oacute;n sobre el contorno de la l&iacute;nea oblicua externa, hacia el proceso alveolar del primer molar inferior, con una longitud aproximada de 2 cm (fig. 36).</li> <li>Con fresas quir&uacute;rgicas y pieza de mano de baja velocidad, se realizan m&uacute;ltiples osteotom&iacute;as, para dise&ntilde;ar y facilitar la extracci&oacute;n del injerto, evitando profundizar excesivamente para no lesionar la arteria y el nervio dentario inferior (fig. 37).</li> </ul> <p></p> <ul> <li>Mediante un escoplo o cincel plano y fino, se practica la ostectom&iacute;a del fragmento vestibular (figs. 38 y 39).</li> <li>Se coloca la l&aacute;mina &oacute;sea obtenida en soluci&oacute;n fisiol&oacute;gica.</li> <li>Se sutura con seda negra 3-0.</li> </ul> <p align="center"><a href="/img/revistas/est/v42n1/f3805105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3805105.jpg" width="193" height="144" border="0"></a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;<a href="/img/revistas/est/v42n1/f3905105.jpg"><img src="/img/revistas/est/v42n1/f3905105.jpg" width="195" height="144" border="0"></a></p> <p align="center">Fig. 38. Extracci&oacute;n del injerto.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;Fig. 39. Injerto c&oacute;rtico-esponjoso.</p> <h4></h4> <h4></h4> <h4>Conclusiones <br> </h4> <p>Indudablemente los injertos &oacute;seos, y de estos, principalmente los autoinjertos, ofrecen grandes y mayores beneficios comparados con materiales implantol&oacute;gicos (alopl&aacute;sticos, biocer&aacute;micos, pol&iacute;meros, composites, entre otros) empleados para la reconstrucci&oacute;n de defectos &oacute;seos del complejo cr&aacute;neo-facial. Las regiones potencialmente donadoras (costilla, cresta il&iacute;aca, calota craneal, radio, di&aacute;fisis tibial, mand&iacute;bula, maxilar, entre otros), proporcionan al cirujano un tipo de injerto id&oacute;neo para cada necesidad de reconstrucci&oacute;n, por lo que se deja a criterio de este su elecci&oacute;n y utilizaci&oacute;n. </p> <h4>Summary</h4> <p><strong>BONE GRAFTS. AN EFFECTIVE AND CURRENT ALTERNATIVE FOR THE RECONSTRUCTION OF THE CRANIOFACIAL COMPLEX</strong></p> <p>The use of bone grafts as an alternative to reconstruct osteal congenital or caused defects, such as traumatisms, oncological and infectious sequelae, is aimed at restoring the anatomical and functional integrity of an altered structure. During decades, investigators have tried to find in grafts certain characteristics that response to each of the reconstruction needs. This fact has led to the study and comparison of the benefits of some osteal structures that are potential donors and may increase the chances of success and considerably reduce the possible risks and complications during the graft taking. Likewise, diverse implantation materials have been studied, but they do not have the natural capacity to induce the osteal regeneration process, which makes them inert biocompatible &quot;filling&quot; materials that do not substitute the characteristics of the grafts, but they can improve the results if they are used together. The present paper recommends the use of bone grafts as a viable, effective and current alternative as regards reconstruction. <br> </p> <p><i>Key words</i>: Grafts, bone grafts, craniofacial complex, bones, iliac crest, rib. <br> </p> <p></p> <h4>Referencias bibliogr&aacute;ficas</h4> <!-- ref --><p> 1. Betts N, Fonseca R. Allogenic grafting of dentoalveolar clefts. Oral Maxilofac Clinic North 1991;3(3): 122. <!-- ref --><p> 2. Mendoza Herrera DC. Injertos &oacute;seos alveolares (Internet) 2000 (fecha de acceso 09 de abril del 2003); 197: 1-5. 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CMF. <i>Sergio Soto G&oacute;ngora</i>.</p> <p><a href="#autor"><span class="superscript">1</span>Acad&eacute;mico del &aacute;rea de cirug&iacute;a bucal en la FES-Zaragoza UNAM. <br> <span class="superscript">2</span>Cirujano Dentista egresada de la FES-Zaragoza UNAM. </a><a name="cargo"></a></p>

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